La primera vez de una persona tiene mucho significado. La inexperiencia, la timidez y el miedo pueden convertir una ocasión tan especial en un recuerdo decepcionante. La importancia de los padres en esta etapa de sus vidas es básica. Así que te asesoramos para que estés preparado cuando tengas que hablar con tus hijos de esa primera vez.
Cada cosa por su nombreEsther Corea nuestra psicóloga afirma que la labor debe comenzar desde que los niños hacen sus primeras preguntas desde muy pequeños, tres, cuatro o cinco años. Debes utilizar un lenguaje sencillo y correcto, al hablar sobre los órganos reproductivos, se debe llamar a cada uno por su nombre (pene,útero,vagina,) no utilizar apodos, la educación sexual comienza desde que están pequeños.Te preguntarás ¿cuál es el mejor momento para hablar con tu hijo? Los tiempos cambian, los estudios demuestran que ahora los encuentros sexuales comienzan a muy temprana edad. Así que hay que afrontar el tema desde los 12 ó los 14 años. Si le hablaste con normalidad desde niño, si cuando empezó a tocarse no le regañaste, y tuviste la suerte de que él te dijo cómo se sintió, sus miedos o sus intereses, ya en la etapa de la adolescencia entonces recurrirá a ti.
No le des charlasAunque tu hijo sea muy listo, no te fíes: ellos creen estar bien informado sobre sexo, pero no todo lo que escuchan de sus amigos, leen en los medios de comunicación o en Internet (sus tres principales fuentes de información) es verdad. Una buena forma de entrarle al tema es dejar a su alcance información fiable para que la vea, o hablarle de forma natural. Pero él debe tomar sus propias decisiones. El mejor camino es convertirte en su ejemplo. No te escondas. Besa delante de él a tu pareja, no escondas los preservativos anticonceptivos; pensará que son algo malo. El sexo hay que vivirlo en la intimidad, pero no es algo malo. Que sepa que, aunque no estés de acuerdo, no le vas a juzgar o regañar; que tratarás de ayudarle. El peor error que puede cometer un papá es darle el sentido de malicia a las relaciones sexuales. Más bien es de ayudarles a que sepan las consecuencias que conlleva una decision como es el perder la virginidad.
Enséñale a disfrutarEl sexo no puede ser un tabú: forma parte de nuestra autoestima e identidad. Si falla nuestra faceta sexual, falla una parte de nuestra personalidad, así que, si él no se pone colorado al hablar del tema, ¿por qué lo vas a hacer tú? Hay que desmitificar el placer y verlo como una parcela más de nuestra vida. Sentirlo es sano. La sexualidad hay que disfrutarla. El mensaje para tus hijos es que lo practiquen de forma correcta. Eso implica que se sientan bien consigo mismos y tomen las precauciones necesarias. Es difícil hablar de ello pero, si lo haces, tus hijos serán más felices en su relación de pareja y en la vida en general.El sexo prematuro puede crear insatisfacción, pero sobretodo malos recuerdos y vergüenza. Dile que, si no está seguro al cien por ciento de que quiere que suceda, debe decir “alto” sino se sentirá muy mal consigo mismo después. Déjale claro que si dice que no, y a la otra persona le sienta mal, no merece la pena. Debe huir de amenazas, de cualquier tipo de amenazas. Pero, si dice que sí y lo hace sin que lo quiera hacer, será mucho peor. Pásale frases como “vas muy deprisa para mí”, “no nos conocemos bastante”, “si yo te importara dejarías de presionarme”, “una relación es más que sólo sexo” o “no me da la gana y punto”.
Difícil pero debe aprenderEl preservativo es la mejor forma de evitar cualquier tipo de enfermedad o embarazo no deseado. El tema es difícil pero lo debes abordar. Aunque tu hijo sepa lo que es un condón, no des el tema por hecho. Y, si es una chica, insistir en que no espere a que sea su compañero quien lleve el preservativo. Incluso puedes hacer la primera visita al ginecólogo juntas. La información evitará, entre otras cosas, embarazos entre adolescentes y jugar a hacer cosas de grandes, cuando no tienen ni la edad ni la madurez sentimental. La sexualidad se enriquece con una buena relación de pareja. La psicologa Esther hace enfasis en que “hay que darle sentido al sexo: de libertad, crecimiento, convivencia... Es una cuestión de respeto, de vivir un proyecto compartido”, aunque no sea el compañero de su vida. Si hay comunicación y confianza entre los dos, les será mucho más fácil decirle lo que necesitan y desean durante la intimidad.
Evitar el alcohol y las drogasLos jóvenes creen que éstos son el mejor aliado para desinhibirse y sentirse seguros, pero su efecto es fatal. Interfieren en todo el proceso de disfrutar la intimidad. Además, son una de las principales razones por la que los chicos dejan de usar el preservativo. Con la euforia y las prisas se olvidan y evitan la responsabilidad.Formar a nuestros hijos desde niños para que se sientan bien consigo mismos, orgullosos de su cuerpo es muy importante, así como el amor propio. Al sexo no hay que tenerle miedo, sólo respeto. Es una buena lección de vida y una parte vital de su proceso de maduración que debemos asumir los padres.
Lo dice la expertaRecuerda siempre estar presente en cada etapa de la vida de tu hijo, la confianza se trabaja desde pequeños ya en la edad de su juventud de los 13 años para arriba, aclárale que las relaciones sexuales son la máxima expresión del amor entre dos personas para que valoren la importancia de su primera vez.
Esther CoreaPsicólogaTel. 237- 3213