Este jueves se ha celebrado una misa en honor a Vicente Fernández en su famoso rancho Los Tres Potrillos, coincidiendo con el que habría sido su 82 cumpleaños.
Su viuda no quiso perderse una ceremonia tan emotiva, durante la que se desveló además una estatua de más de tres metros de altura que se colocará sobre su tumba y que muestra al fallecido cantante vestido de charro y montado a caballo.
Doña Cuquita hizo gala una vez más gala de la elegancia y la amabilidad que la caracteriza al pararse a responder las preguntas de los reporteros que se habían acercado hasta su hogar para explicar cómo ha sobrellevado los dos primeros meses tras el fallecimiento de su esposo, a quien sigue sintiendo a su lado.
“Yo todos los días a las cinco vengo y le rezo su rosario aquí. Me acompañan mis muchachas y todo el que quiera. Él sigue presente, todos los días se forma una cruz en las colchas de la cama. Pero le digo: ‘No te preocupes, nadie va a ocupar tu lugar’”, aseguró con sentido del humor, tal y como se hace eco el periódico Publimetro.
Doña Cuquita también ha restado importancia a la entereza que ha demostrado en todo momento, que ha logrado impresionar incluso a sus propios hijos porque se negó a mudarse con algunos de ellos para permanecer en su lugar en la vivienda que compartió con su esposo durante décadas.
Según ha explicado ella, el propio Vicente le dio toda la fortaleza que necesitaba para afrontar su pérdida porque trabajaba mucho y ella tenía que ser “la fuerte” en la familia.
“El sentimiento es el mismo. Ese nunca se me va a ir, pero yo siento que él está aquí. Para mí él no se va”, añadió.
