Los Ángeles, Estados Unidos.
Al ver el nuevo video de Selena Gómez, en el que la chica enseña piel bajo la ducha y se mueve provocativamente sobre un sofá y en el suelo mientras interpreta Good for You, ni el dinosaurio Barney ni Mickey Mouse recordarían que la cantante de 22 años algún día fue una estrella infantil.
“Me estoy convirtiendo en una mujer joven y se siente bien entrar en esta etapa. Creo que eso es lo que representa este video”, dice la estrella al explicar el origen del tema. Y así como Selena, otras estrellas juveniles que dieron sus primeros pasos en la televisión y la más azucarada música pop, hoy en día se dejan ver más maduras como artistas y como mujeres y explotan su sensualidad en sus más recientes propuestas profesionales.
Demi Lovato, Hilary Duff, Ariana Grande, la francesa Yelle y, obvio, Miley Cyrus utilizan videos musicales, la letra de sus canciones, campañas, su presencia en el escenario o su vida personal para recordarle a su público que no tienen miedo de crecer ni de sacar a la mujer que llevan dentro.
Al ver el nuevo video de Selena Gómez, en el que la chica enseña piel bajo la ducha y se mueve provocativamente sobre un sofá y en el suelo mientras interpreta Good for You, ni el dinosaurio Barney ni Mickey Mouse recordarían que la cantante de 22 años algún día fue una estrella infantil.
“Me estoy convirtiendo en una mujer joven y se siente bien entrar en esta etapa. Creo que eso es lo que representa este video”, dice la estrella al explicar el origen del tema. Y así como Selena, otras estrellas juveniles que dieron sus primeros pasos en la televisión y la más azucarada música pop, hoy en día se dejan ver más maduras como artistas y como mujeres y explotan su sensualidad en sus más recientes propuestas profesionales.
Demi Lovato, Hilary Duff, Ariana Grande, la francesa Yelle y, obvio, Miley Cyrus utilizan videos musicales, la letra de sus canciones, campañas, su presencia en el escenario o su vida personal para recordarle a su público que no tienen miedo de crecer ni de sacar a la mujer que llevan dentro.
Selena Gómez (22 años). Se siente sexi
El melodramático noviazgo con Justin Bieber que ¿finalmente terminó? y el breve (y más bien publicitario) romance con el DJ y productor Zedd, con quien grabó el tema “I want you to know”, desgastaron la imagen de la chica texana. Ella, sin embargo, ha encontrado en su música la mejor cura para el mal de amores y expresar la transición de niña a mujer que ha vivido frente a las cámaras. Hace unos días lanzó el tema “Good For You”, en el que alardea de sus talentos más personales y habla de todo lo que está dispuesta a hacer por su galán en turno. Selena aún no ha anunciado la fecha de lanzamiento de su nuevo álbum, pero se entiende en qué dirección se dirigirá; pues, aunque el video de esta canción no es tan explícito, las alusiones sexuales de la letra son claras y tan contundentes como la imagen de un vestido botado en el piso.
Demi Lovato (22 años). Inquebrantable
Todo parece indicar que superó sus problemas de drogadicción y bipolaridad, y tras lanzar el bien logrado disco Demi (2013), del que sonaron temas como “Neon lights”, “Made in The USA” y “Heart attack”, y participar como juez en “The X Factor”, versión Estados Unidos, está de regreso con el tema “Cool for The Summer”. Musicalmente hablando, la canción tiene reminiscencias del estilo y la voz de Katy Perry y de la propia Selena Gómez; sin embargo, en la letra es donde Demi se suelta el pelo y disfraza referencias sexuales con juegos de palabras que van desnudando sus intenciones. Esta semana, al presentarse en una fiesta de piscina en Los Ángeles, donde interpretó el tema, la cantante sufrió un resbalón; pero, en vez de sobarse, decidió lanzarse al agua con todo y tacones para demostrar que esta niña ya no se rompe a la primera.
Ariana Grande (22 años). Traviesa
Durante 2014 borró su imagen adolescente con su actitud de diva gracias a las temáticas “adultas” del disco “My everything”, en el que tuvo las colaboraciones con Iggy Azalea (“Problem”), The weeeknd (“Love me harder”) y con Nicki Minaj y Jessie J (“Bang Bang”). Por si eso fuera poco, la chica se convirtió en la manzana de la discordia entre su exnovio y Justin Bieber, después de que este último se puso muy mano larga con la cantante durante un concierto en el que cantaron juntos. La rivalidad entre Bieber y el ofendido no llegó más allá de un par de tuits amenazadores de Big Sean, que fueron borrados casi de inmediato. Sin embargo, esta semana la cantante dejó en claro que no es tan “grande” como quiere aparentar con su música al darse a conocer un video en el que junto con su nuevo novio, el bailarín Ricky Álvarez, aparenta lamer donas en una tienda en California.
Miley Cyrus (22 años). Maestra del escándalo
Si es que aún no lo había conseguido con su cambio de imagen y actitud provocativa en conciertos y giras, será el noviazgo de Miley Cyrus con la modelo Stella Maxwell lo que haga olvidar que, hace casi una década, la cantante de apenas 22 años fue la estrella infantil de la serie “Hannah Montana”. Y por si esto fuera poco, además de revelar a la revista “Paper” que desde los 14 años se reconoció a sí misma como bisexual y que entonces le contó a su madre que le atraían chicos y chicas por igual, Miley se ligó a una de las recién estrenadas “angelitas” de Victoria’s Secret. Stella, quien fue presentada este año como uno de los nuevos 10 “ángeles” de la firma de lencería, tiene 24 años y se ha mostrado cariñosa con la intérprete de “We can’t stop”, lo que ha causado diferentes comentarios de los de fans de ambas.
Hilary Duff (27 años). Ruptura amorosa
La exestrella de “Lizzie Maguire” tiene ya una larga y nutrida historia personal, ya que, sin llegar todavía a los 30 años, es madre de Luca Cruz, de tres años, y está en proceso de divorcio del exjugador de hockey Mike Comrie, con quien se casó en 2010. Recientemente lanzó su quinto álbum de estudio “Breathe In Breathe Out”, en el cual suena tan inocente y cándida como siempre, pero cuyas letras dan cuenta de sus experiencias de vida, sin importar que ella se muestre sosa en su presencia escénica. En la canción, que da nombre al álbum, habla sobre una ruptura de la que recuerda distintos aspectos, pero de la que se está reponiendo, a pesar de sentirse sola, “respirando hacia adentro y hacia afuera”.