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El trabajo de Kristin Davis en la ONU la hizo sentir culpable

  • 14 octubre 2023 /

La actriz valora su ‘hermosa’ vida hogareña debido a lo que ha presenciado en su papel como Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR

Kristin Davis se siente ‘un poco culpable’ por su ‘hermosa’ vida hogareña.

La actriz de 58 años es Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y recientemente visitó Chisinau, en la República de Moldavia, en medio de la guerra en curso del presidente ruso Vladimir Putin contra Ucrania para ver el apoyo que se ofrece allí a las oleadas de familias desplazadas y ver el impacto de la guerra de primera mano la ha hechos aún más agradecida por la vida que lleva en Estados Unidos con sus hijos adoptivos, Gemma, de 12 años, y Wilson, de cinco años.

Hablando con el programa británico de la revista ¡HOLA!, comentó: ‘Ciertamente tengo un compromiso renovado; me siento muy involucrada personalmente. Pero también me siento un poco culpable cuando vuelvo a mi hermosa casa y a mis hermosos hijos. Somos muy afortunados de no estar pasando por esto. Hay que estar muy agradecido’.

La guerra en Ucrania estalló en febrero de 2022 y Occidente se apresuró a apoyar económica y militarmente al país, al tiempo que impuso duras sanciones a Rusia, pero a la estrella de ‘And Just Like That’ le preocupa cuánto tiempo seguiría recibiendo el país ayuda exterior’. Ella comentó: ‘Estoy viendo las noticias de una manera completamente diferente [ahora] y me preocupa el apoyo de Estados Unidos. ¿Continuará nuestro apoyo y el apoyo internacional’.

Durante su viaje a Chisinau, Kristin visitó un centro comunitario que apoya a mujeres y niños vulnerables y calificó las instalaciones de ‘inspiradoras’.

Ella lo reveló al mismo medio: ‘Creo que nunca había estado en una comunidad de acogida donde aceptaran a los refugiados con una calidez tan increíble. Fue muy inspirador verlo. Lees algo en las noticias, pero realmente conoces a la gente y escuchas sus historias increíblemente vívidas y horribles que los obligaron a irse. Una mujer, Anhelina, tiene 20 años. Nos contó que su abuelo y su padre tuvieron que quedarse atrás y luchar, aunque nunca dispararon un arma’.