La diosa de ébano cumplió ayer su sentencia judicial de cinco días como limpiadora en Nueva York por agredir a una empleada con un teléfono móvil.
Naomi Campbell, de 36 años, acudió el lunes a un garaje del departamento municipal de limpieza donde debía barrer, fregar, adecentar retretes y cuantas otras tareas de aseo le asignaran.
Las actividades quedaron fuera del alcance de las cámaras de televisión y los fotógrafos, al contrario de lo que ocurrió con el cantante británico Boy George en agosto del pasado año.
El ex vocalista del grupo Culture Club, vestido con un chaleco naranja de barrendero y escobón en mano, hizo las delicias de una multitud de reporteros gráficos que le inmortalizaron barriendo calles en el barrio neoyorquino de Chinatown.
Lo único que adelantó el cometido de la top model eran las botas de trabajo que llevaba en las manos y el pantalón de chándal que vestía bajo su elegante abrigo negro.
No se escapa
Aunque hubo medidas para que la top model británica, una de las mejores pagadas en el mundo, no fuese fotografiada no pudo evitar las lentes de los paparazzi mientras realizaba trabajos de limpieza en una oficina pública de Nueva York.
La temperamental modelo fue captada el jueves por un fotógrafo, cuando vestía su uniforme de personal de limpieza y salía por una puerta de servicio del edificio en la que laborará hasta el día de ayer.
Para salvaguardar su integridad, la modelo siempre fue acompañada por un oficial de policía de Nueva York.
Antecedentes
El pasado 16 de enero, la modelo británica reconoció haber golpeado a su asistenta en la cabeza; “Estoy sorprendida por la herida de Ana. Estoy profundamente desolada”, dijo ante el juez. Su condena incluía cinco castigos y una multa económica.
Castigo
Naomi Campbell comenzó su trabajo el 19 de marzo y finalizó ayer viernes, para cumplir la condena de cinco días.
