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'No hay condiciones para un rescate”: Chong Wong

  • 27 junio 2013 /

Analistas dividen sus opiniones sobre una eventual petición a organismos internacionales.

La posibilidad de que el gobierno solicite un rescate financiero divide las opiniones entre los analistas económicos.

Sin embargo, aunque los puntos de vista son encontrados, todos coinciden en que la situación financiera del país obligará a las nuevas autoridades a tomar drásticas medidas en materia fiscal.

El debate fue abierto esta semana tras el planteamiento de Mauricio Díaz Burdett, coordinador del Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), en el sentido de que la situación financiera del país transita por un momento crítico y que se requiere la contribución de la comunidad internacional, que ha apoyado financieramente a varios países del primer mundo para estabilizar sus finanzas.

Burdett dijo además que le había presentando este planteamiento al cardenal Oscar Adrés Rodríguez, personaje que anteriormente abogó por la condonación de la deuda hondureña, concesión que se logró durante el gobierno de Ricardo Maduro (2002-2006).

Sin condiciones

“No existen las condiciones para llamar a un rescate financiero; Honduras no está en mora o en default (impago) con ninguna institución en cuanto a sus créditos; para que exista un rescate financiero el sistema bancario debería estar colapsado y en este momento los bancos están fortalecidos y en cuanto al deslizamiento de la moneda, está dentro de los parámetros. No estamos a las puertas de un colapso”, sostuvo el exministro de Finanzas y negociador con el Fondo Monetario Internacional, William Chong Wong.

El exfuncionario señaló que tradicionalmente Honduras se ha mantenido con déficits, los cuales ha sabido manejar, aunque reconoce que “debe haber una racionalización del gasto y un mejoramiento de los ingresos” para tratar de equilibrar la situación financiera del país.

“Honduras no está poniendo en riesgo a Centroamérica o Latinoamérica, como Grecia (puso) a Europa, porque si se salía de la zona euro iba a causar un alboroto que nadie sabía donde iba a parar”, argumentó el analista económico Carlos Urbizo al descartar la necesidad de un rescate.

Urbizo recalcó que los compromisos de Honduras, sobre todo la deuda externa, es concesional, lo que implica largos plazos de pago y bajas tasas de interés. “Es un regalo, ¿acaso queremos ir a pedir más regalos?”, ironizó.

Por su parte, Hugo Noé Pino, analista para Honduras del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) e investigador de Unitec, dijo que “me sorprende que se esté hablando de un rescate financiero. En primer lugar porque no creo que existan las condiciones”.

Pino argumentó que “sí se va a reqeurir el apoyo de la comunidad internacional, porque se tendrá que hacer una reestructuración de deuda interna muy rápida, de tal forma que deje de pesar tanto en el gasto público”, pero agregó que “el concepto que se maneja a nivel internacional de rescate financiero no se aplica a Honduras”.

Argumentos a favor

De acuerdo con Raf Flores, subcoordinador del Fosdeh, este rescate tendría que ser solicitado a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) como encargado de coordinar la cooperación internacional, y bajo esa premisa se estaría negociando un nuevo acuerdo con el organismo internacional, a la vez que sería el nuevo gobierno, que asuma en 2014, el encargado de conducir esa negociación.

El representante del Fosdeh señaló que el Gobierno actual ya está preparando el terreno para el supuesto rescate.

“La reunión en la que el Gobierno convocó a los países del G-16 fue para empezar a hablar del tema, aunque no lo quieren decir abiertamente”, explicó.

El reconocido banquero Jorge Bueso Arias también se sumó al debate a favor de la necesidad de un rescate financiero, por cuanto la administración Lobo Sosa carece de los recursos necesarios para honrar los múltiples compromisos que mantiene.

$6,546.1 era el saldo de la deuda pública total al primer trimestre de 2013.

L15,400 millones se sumarán a la deuda del país con la emisión de bonos soberanos.