En el país persiste la desventaja de las mujeres frente a las oportunidades económicas y políticas, según el Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2006.
El informe presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud, revela que el salario promedio de las mujeres hondureñas, en iguales condiciones laborales y con la misma capacidad y experiencia profesional, representa el 67.6 por ciento frente al devengado por los hombres.
Las mujeres adquieren una educación especializada superior, pero las barreras culturales y económicas les impiden ocupar empleos en los que aprovecharían los valiosos conocimientos que han adquirido, agrega.
Según el informe 2006, mientras las mujeres ocupan el 51.2 por ciento de los puestos profesionales y técnicos, sólo un 32.5 por ciento se desempeñan como directores, gerentes y administradores, lo cual evidencia que la toma de decisiones en la mayoría de los campos está reservada a los hombres.
Ingresos
En cuanto al ingreso laboral, también se presentan grandes injusticias que limitan las oportunidades de las mujeres a participar de una manera activa en la vida económica del país.
El salario de las mujeres sólo representa el 67.6 por ciento del salario promedio devengado por los hombres en las mismas condiciones e iguales capacidades.
Esto significa que si un hombre gana 100 lempiras en un determinado oficio o trabajo, la mujer recibe únicamente un promedio de 67 lempiras.
El nivel educativo de los mujeres es de 5.7 años de escolaridad promedio, mientras en los hombres es de 5.3 años.
Gracias a Dios es el departamento del país donde la mayoría de los puestos profesionales y técnicos son ocupados principalmente por hombres, 60.8 por ciento.
El Índice de Desarrollo Humano, IDH, mide el logro promedio de un país o región a través de las siguientes variables: 1) la esperanza de vida al nacer; 2) alfabetización de adultos y la tasa bruta de matriculación, combinando los tres niveles: primaria, secundaria y terciaria y 3) el Producto Interno Bruto, PIB, percápita en dólares, ajustado a la paridad del poder adquisitivo.
El Informe de Desarrollo Humano 2006 del PNUD, califica a Honduras como un país de desarrollo humano medio (117), que supera sólo a Guatemala (118), en Centroamérica.

Las remesas familiares del exterior son la mayor fuente de ingreso de los hogares.
Según el informe del Pnud, desde 1990 a la fecha ha habido pocos logros en la reducción de la pobreza por ingresos. El número de pobres aumenta año con año, a pesar de los menguados avances en la incidencia del fenómeno.
El Pnud señala que el estancamiento en el desarrollo humano y sus grandes diferencias geográficas suponen un obstáculo en la reducción de la pobreza en el país.
La pobreza es la negación de la ampliación de las posibilidades de vivir una vida larga y saludable, disfrutar de un nivel de vida decente y contar con condiciones para disfrutar efectivamente de la libertad.
Hora de cambiar
El Pnud sugiere la urgente necesidad de un cambio en Honduras, para lo cual se requeriría avanzar a una economía incluyente que genere un crecimiento económico sostenido en niveles que permitan la expansión del ingreso percápita y de las oportunidades y activos económicos.
Un desempeño económico acompañado por acciones de política pública que disminuyan la desigualdad en la distribución del ingreso y en el acceso a los servicios sociales básicos, como la salud, la educación y la seguridad social.
“El cambio que Honduras requiere es ineludible frente a los desafíos que plantea la globalización”, concluye.
Cifras
2,792,000
Personas
Es la población económicamente activa del país, según el Instituto Nacional de Estadísticas, INE.
2,695,847
Personas
Están ocupadas en algún trabajo. Por cada persona empleada, otras tres más dependen de ella.
1 millón sufre por falta de empleo
El mayor problema al que se enfrentan las personas en el mercado laboral es el de los bajos ingresos, según el Instituto Nacional de Estadísticas, INE.
En el mercado laboral hondureño existe un millón 194 mil personas con problemas de empleo; es decir, que están desocupados, involuntariamente inactivos, o bien, ocupados, pero que desean trabajar más horas o tener mejores ingresos.
La 32 encuesta del INE muestra que alrededor de 799,270 personas trabajan más de 36 horas semanales y reciben ingresos menores al salario mínimo.
El INE define a las personas con problemas de empleo como la suma de las personas desocupadas, con subempleo visible e invisible, los potencialmente activos y los desalentados, es decir, aquellos que no buscan trabajo porque piensan que no van a encontrarlo.
La encuesta permanente de hogares realizada por el INE revela que el desempleo abierto afecta a 96,414 personas en el país, de las cuales en mayor medida aflige a las mujeres.
El 4.3 por ciento de las féminas se encuentra desocupada, de éstas, el mayor porcentaje está en el área urbana, con el 5.3 por ciento.
En cambio, en el hombre solamente tres por ciento no tiene empleo.