Garantizar la seguridad alimentaria, en un contexto de crisis y creciente población mundial, de la que el 70% es urbana, es uno de los grandes retos que enfrenta el sector agro alimentario.
La pandemia de covid-19 y la guerra en Ucrania han golpeado constantemente a la industria agrícola desde principios de 2020, elevando los costos de producción y comprometiendo la productividad en el campo.
Este panorama de crisis, con una recesión que parece estar a la vuelta de la esquina, ha llevado a los organismos internacionales a replantear los procesos productivos y buscar transformar los sistemas alimentarios.
Al respecto, Santiago Vélez, representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Honduras, opina que la adopción de herramientas digitales en el campo es crucial para lograr dicha transformación.
De acuerdo con Vélez, el principal desafío de la actividad agrícola es poder entregar más y mejores productos, haciendo uso de menos recursos.
Vélez explicó que la demanda de alimentos continúa creciendo a nivel mundial, mientras que los recursos son cada vez más limitados.“Tenemos menos fuentes de agua, enfrentamos cambios constantes de temperatura y la mano de obra es escasa”, dijo.
En ese sentido, señaló que la tecnología “contribuye justamente a sacar el mejor provecho de esos recursos”, a través del desarrollo de esquemas productivos más eficientes, prácticas amigables con el medio ambiente y que mejoran el valor nutritivo de los cultivos.
Educación
El representante del IICA expuso que “hoy en día” el abanico de tecnología aplicada a la agricultura es enorme, desde sistemas de riego hasta nanocomputadoras, por lo que considera que es importante educar a los agricultores para que puedan tomar las decisiones correctas.
“En muchos países los agricultores ven lejano el uso de tecnologías como los drones que permiten tener un mejor manejo de plagas. Es por ello que la educación es indispensable para alcanzar la digitalización del sector”, indicó.
Vélez advirtió que una tecnología mal utilizada, por falta de conocimiento, puede generar bajo rendimiento, excesividad de costos, erosión y desgaste de los suelos.
Iniciativas
Acerca de los esfuerzos que se están realizando a nivel nacional para digitalizar el agro, refirió que la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) “está haciendo un gran esfuerzo para buscar tecnologías que fomenten la eficiencia en el sector agropecuario”.
Subrayó que en departamentos como El Paraíso ya se están implementando algunas de estas herramientas a través de los centros experimentales.
Mientras que, desde 2022, el IICA está apoyando a la SAG en la formulación de la política para el sector agroalimentario, encaminadas a fortalecer las capacidades tecnológicas, la innovación y extensión de diferentes rubros productivos.
Educar a los jóvenes. Estrategia. Para Santiago Vélez, la mejor forma de hacer que la digitalización llegue a los pequeños productores es educando a las nuevas generaciones de una forma interactiva y que el campo les resulte más atractivo.
Además, mediante los programas Innova AF y Agroinnova, el IICA están promoviendo el uso de cercas solares y la incorporación de pastos mejorados, para aumentar la producción de leche y carne.
Compartió que también están fomentando la educación de las personas en el campo, con proyectos educativos como “Mejorando la resiliencia climática en comunidades cafetaleras” y “Generación de capacidades para la reducción del impacto del cambio climático en los medios de vida de las familias”, en el departamento de La Paz.
Agregó que la educación es uno de los recursos más valiosos para lograr que la digitalización llegue a los pequeños productores y se utilice de una forma efectiva, por lo que “el IICA está comprometido a seguir fortaleciendo las capacidades del sector agrícola en Honduras”.
