París, Francia
El segundo al mando de Renault SA, un posible sucesor de Carlos Ghosn como presidente ejecutivo de la automotriz francesa y su aliada japonesa, Nissan Motor Corp., renunció repentinamente el jueves, días después de una inusual declaración pública en la que expresó su frustración por tener que esperar a que su jefe se retire.
La partida de Carlos Tavares intensifica la presión sobre Ghosn, cuyo contrato para dirigir Renault se vence a principios del año que viene, para que formule un plan de sucesión en ambas automotrices, que podría incluir una reestructuración de su alianza de participaciones cruzadas, forjada en 1999.
En su momento, Nissan estuvo al borde del colapso y Renault salió a su rescate. Últimamente, sin embargo, el fabricante japonés ha sido el socio más sólido, mientras que Renault se ha visto perjudicada por el bajón económico en Europa.
La automotriz francesa indicó que por el momento Ghosn, de 59 años, se encargaría de las funciones operativas de Tavares. El cambio aceleraría reorganizaciones en las gerencias de Renault y Nissan y ubicaría a ejecutivos más jóvenes en puestos más prominentes.
La salida de Tavares, que según Renault fue una decisión mutua alcanzada durante una reunión de emergencia de la junta directiva el jueves, se produce dos semanas después de que concediera una inusual entrevista. El ejecutivo dijo a Bloomberg News que sentía que nunca asumiría el mando de la compañía francesa, porque Ghosn “está aquí para quedarse”. Tavares manifestó que tenía el talento necesario para dirigir una automotriz global como General Motors Co. o Ford Motor Co. “Mi experiencia sería buena para cualquier automotriz”, afirmó. “¿Por qué no GM? Estaría honrado de liderar una empresa como GM”.
La entrevista fue una sorpresa, según personas dentro de la empresa, y desató rumores de que Ghosn y Tavares tenían algún tipo de enfrentamiento. Renault indicó únicamente que Tavares, de 55 años, abandonará inmediatamente la empresa para “perseguir otros proyectos personales”.
Tavares no estuvo inmediatamente disponible para ofrecer comentarios el jueves.
Renault reportó que las ganancias del primer semestre del año cayeron 87% a 97 millones de euros (US$129 millones). Nissan informó que la utilidad en su primer trimestre fiscal escaló 14% a 82.020 millones de yenes (US$821 millones).
Toda la carrera de Tavares ha transcurrido entre Renault y Nissan. Se incorporó a la automotriz francesa en 1981 como ingeniero de pruebas de autos y ascendió en la jerarquía antes de trasladarse a Nissan en 2004, donde se convirtió en vicepresidente ejecutivo.
En 2009, asumió el mando de las operaciones de Nissan en Estados Unidos y, en 2011, regresó a Renault como director de operaciones. Tavares es un fanático de los deportes motorizados y en su tiempo libre conduce autos deportivos en competencias internacionales. El ejecutivo goza de prestigio en el sector.
“Es el [futuro] presidente ejecutivo más prometedor de la industria automotriz”, afirmó hace unos meses Tom LaSorda, ex presidente ejecutivo de Chrysler Group LLC, quien negoció acuerdos con Tavares. “Puede dirigir cualquier automotriz en la industria”.
Los analistas elogiaron a Tavares por su énfasis en recortes de costos e innovación de productos. El portugués se esforzó por sacar a Renault de una dolorosa guerra de precios al aumentar el atractivo de sus autos y hacerlos menos vulnerables a los grandes descuentos. Modelos como el popular Captur de Renault sugieren que estaba teniendo algo de éxito.
Jens Schattner, analista del sector en Macquarie, dijo que estaba impresionado por la “clara determinación” de Tavares “de priorizar los precios sobre los volúmenes”.
En un comunicado, Ghosn agradeció a Tavares “por contribuir exitosamente a los resultados de la empresa durante toda su carrera”.
La partida de Tavares ocurre en un momento crítico para Renault, que posee 43,4% de Nissan. En Europa, la automotriz lucha por mejorar sus utilidades en medio de una debilidad crónica en el mercado automotor que ha afectado severamente a algunos rivales de producción masiva como PSA Peugeot-Citroën.
En Nissan, Ghosn ya ha comenzado a trasladar a ejecutivos más jóvenes a cargos más altos en Japón y en las gerencias regionales de la empresa. Nissan tiene una participación de 15% en Renault.
Renault está a punto de lanzar una nueva iniciativa industrial en China, donde hasta el momento había estado ausente. También está muy involucrada con AvtoVAZ, el mayor fabricante de autos ruso, del que Renault y Nissan controlarán 74,5% para mediados de 2014.
