Aquel 29 de julio de 2012, la Selección Olímpica de Honduras se sacudió la imagen de “cenicienta” en los Juegos de Londres después de una victoria 1-0 sobre España, favorita para el título.
Ese día, la Roja con figuras como David de Gea, Jordi Alba, Isco y Juan Mata se encontraron a un equipo que dirigido por Luis Fernando Suárez escribió un nuevo capítulo en la historia de la Sub-23: llegar a los cuartos de final.
De no haber sido porque Brasil se nos cruzó en el camino, Honduras pudo entonces haber acariciado una medalla, por lo menos eso es lo que piensa el DT colombiano que timoneó ese barco. Luis Fernando Suárez habla de estas memorias y nos dice si existe la posibilidad de repetir en Río de Janeiro.
Muchas cosas maravillosas. Si nosotros no hubiésemos tenido esa situación de expulsión (Roger Espinoza contra Brasil), soñar con una medalla no sonaría iluso. Eso nos hubiera marcado a todos, hubiese sido maravilloso. Decirlo cuatro años después es entrar en la situación “pudo haber sido y no fue”. Pero de la manera en la que se jugó, en la que el equipo hizo las cosas con profesionalismo y sacrificio, me parece que se podría pensar eso.
Este grupo se conformó cuando íbamos a jugar el Preolímpico. Recuerdo que cuando llegamos aproveché una circunstancia muy normal al salir de un avión para hablar con un grupo de personas que se consideraban un equipo de verdad. Tuve la fortuna de estar con gente grande que aportaron mucho como Maynor Figueroa, Jerry Bengtson y Roger Espinoza. A Maynor, antes de ir a Inglaterra, le pedí que contara su historia de cómo llegó a la Premier League, de los sacrificios que tuvo que hacer, y lo expuso de una manera tan humana que me parece que eso le sirvió al grupo para darse cuenta de que las cosas no se dan fácilmente, sino que requieren sacrificio.
Es cierto, pero no necesariamente cuando se habla de líderes se habla de gente con más recorrido que los demás. Yo recuerdo con mucha tristeza que en esa selección estaba Arnold Peralta, a quien puse en un puesto que no era el suyo y respondió con grandeza, también Luis Garrido, Mario Martínez y José Mendoza, quien fue vital sobre todo en el partido ante España. Tuve líderes importantes, gente que en su momento estaba decidida no solo a sacar un partido adelante, sino que una campaña. Hoy reconozco eso de estos chicos, que lo único que querían era demostrar de alguna manera que Honduras podía mostrar mucho fútbol en esas Olimpiadas, no solo los mexicanos, que al final fueron los ganadores.
Arnold Peralta (QDDG) marcó a la estrella brasileña Neymar.
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Al final era que España era el favorito, que se perfilaba como campeón. No se miraba a nadie más porque tenía jugadores importantes y por lo que venían de lograr en el Mundial de Sudáfrica 2010. Cuando llegó ese partido la situación era ¿por cuántos goles va a perder Honduras? Después, cuando se da el resultado, nos miraban diferentes, con mucho más respeto. Estos muchachos se lo ganaron a pulso.
Pensábamos que se podían lograr muchas cosas en ese momento. La sensación que me dio al entrar a la cancha es que el equipo tenía el suficiente respeto por el rival, pero sabiendo que podía con su capacidad lograr hacer historia. No los vimos con temor.
No conozco mucho de estos chicos, sé que hay muchachos de recorrido que ya tienen un tiempo jugando juntos y que pueden pensar, por qué no, en hacer cosas más grandes que esta selección. Cuando fuimos a Londres, nadie imaginaba que íbamos a pasar de la siguiente ronda, que le íbamos a ganar a España, sin embargo, salimos bien de allí. Tampoco se debe pensar en que no se puede lograr. Tienen que soñar con algo grande. A estas alturas, Jorge Luis debe estar pensando en eso, cómo aleccionarlos a ellos para que lo logren.
Buba ya tiene un recorrido, fue tercer portero en un Mundial; Anthony ha jugado en el extranjero, y Johnny tiene un gran recorrido. En ese sentido, deben estar pensando que ellos son los que pueden sostener a un grupo de jóvenes, pero creo que hay experiencia. Tampoco es que vamos como ciegos.
Honduras eliminó a España en la fase de grupos y estuvo a punto de hacerlo con Brasil.
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Recuerdo que se dio una circunstancia igual con nosotros. Empezamos perdiendo frente a Panamá en San Pedro Sula, tuvimos algunos problemas, después llegamos a México y nadie pensó en que se iba a ganar como se ganó. Las eliminatorias de Concacaf de ninguna manera son fáciles. Hay que confiar en la capacidad del técnico y de los jugadores en Honduras.
Claro que se puede. No hay que ponerse imposibles. Desde la cabeza empiezan a crearse cosas, cosas negativas.