En enero del año próximo, Arjen Robben soplará 33 velitas en su pastel de cumpleaños. En junio vence su contrato con Bayern Munich y su agente está en la ardua negociación para conseguir una renovación del gusto del delantero holandés. Sin embargo, la primera traba con la que se topó fue que los directivos no quieren extender el vínculo por dos temporadas.
Las lesiones que sufrió Robben en el último año han puesto en duda su capacidad física para lo que le queda de carrera y por eso los directivos teutones le ofrecieron un año con la posibilidad de extenderlo a dos dependiendo del rendimiento y de la cantidad de partidos que dispute. Desde su llegada al club en 2009, Robben jugó 223 partidos en seis temporadas y ganó 15 títulos. Es uno de los símbolos del plantel bávaro.
La alternativa que aparece en el horizonte de Robben para cuando finalice su etapa en el Bayern es el PSV, dirigido por Philipp Cocu y club en el cual el delantero hizo su debut en primera división antes de pasar al Chelsea. Allí le ofrecerían dos temporadas en lugar de una aunque no podrían acercarse a los siete millones de euros anuales que cobra en el Bayern.