Los franceses votaban el domingo para decidir si confían un nuevo mandato al presidente centrista, Emmanuel Macron, o dan un giro a la extrema derecha con Marine Le Pen, una elección crucial con impacto en el resto del mundo.
En una comunidad que asciende a entre 800.000 y un millón de personas, según estimaciones, solo 15.696 electores se enrolaron en el registro nacional para solicitar la documentación que les permitiera votar