Cerca de un millón de menores de entre 5 y 17 años trabajan en Honduras, principalmente en labores agrícolas, el doble de lo que se registraba a inicios de 2020, debido a la paralización de su educación y la falta de ingresos de sus familias por la pandemia y las tormentas tropicales Eta e Iota, según la ONG Visión Mundial.