“Hay que seguir soñando con una San Pedro Sula en paz y con empleo”, expresó el arzobispo Miguel Lenihan, quien presidió la misa en la que estuvieron presentes el alcalde Roberto Contreras y su esposa
Familia dMarvin Enrique Guerra Portillo jamás imaginó que vivirían sentimientos encontrados. Alegría por el nuevo sacerdote, pero tristeza por la partida del patriarca.