Esta receta no solo es un homenaje a los sabores tradicionales, sino también una invitación a disfrutar del ritual culinario que convierte un simple corte en el protagonista absoluto de la mesa.
Crujientes por fuera, suaves por dentro y con el dulzor natural de la fruta, las donas de aros de manzana son una deliciosa reinterpretación de los clásicos postres fritos.