Justo en ese momento, personal de la municipalidad pasaba por allí y uno de los hombres disparó cuatro veces a la perrita, creyendo que iba a morder a los infantes.
La miembro del partido Salvador de Honduras exigió que se castigue a las personas involucradas en el suceso, pidiendo justicia no solo para la pequeña niña, sino también para el animal que había señalada por la familia doliente.
El padre de la menor, residente en Lepaera, Lempira, manifestó que para él fue “un giro inesperado” enterarse de la información que la autopsia hecha a la niña reveló.
El informe de Medicina Forense descartó que Allison Argueta haya muerto por el ataque de un perro raza pitbull en Lepaera, Lempira, sino que más bien sugiere que se trató de un asesinato.
“Obviamente no estamos en contra de los animales, sino en contra de la acción de los dueños, ya que fue una irresponsabilidad de los dueños del perrito”, declaró la togada Silvia Alfaro a TSi antes de ingresar a la audiencia de conciliación.
De acuerdo con Yuri Mora, vocero del Ministerio Público, expertos analizarán el dictamen de la autopsia y un psicólogo canino estudiará el comportamiento de Rocky, un pitbull de seis meses de edad involucrado en la muerte, y una perra adulta también propiedad de la familia.
Aún hay detalles por aclarar alrededor de la muerte de Allison Argueta , quien, de acuerdo con el testimonio de su familia, fue atacada por su propia mascota: un pitbull de seis meses llamado Rocky.
La mentalidad de un pitbull es vencer, vencer hasta el final”, opinó Gustavo, mencionando que después de la esposa de su vecino lo hizo entrar a la casa, el perro comenzó a rasguñar la puerta, “como diciendo ‘aún no he terminado contigo’”.