El nombre que ha escogido, León XIV, es en sí un manifiesto. Evoca al papa León XIII, autor de la encíclica “Rerum Novarum”, encíclica fundacional de la doctrina social de la Iglesia.
El nuevo Papa deberá custodiar la unidad sin diluir la verdad, sostener la esperanza sin ingenuidad y hablar con amor, pero con claridad en un mundo ruidoso y relativista.