En Olancho, estas estructuras criminales desde hace unos años se dedican a sembrar los arbusto de hoja de coca en zonas cercanas a comunidades, como el caso de una plantación en la aldea La Unión de Catacamas, donde fueron destruidas más de dos manzanas de arbustos y un narcolaboratorio que servía para procesar la hoja con la que se elabora de forma artesanal la pasta base.