“En un mundo de tantas incertidumbres e inconsistencias, Cristo ha ganado para nosotros el derecho a la paz y la alegría, corramos sin miedo, la verdadera alegría ha triunfado y tiene rostro, el de Jesucristo”, subrayó Nácher durante la misa del Domingo de Resurrección, que marca el final de la Semana Santa y que ofició en la catedral metropolitana.