Gracias a su gran sensibilidad, el James Webb podrá observar la luz de galaxias solo unos pocos cientos de millones de años después del Big Bang, lo que permitirá hacerse una idea de la formación de nuestro universo.
El Telescopio Espacial James Webb completó el sábado con éxito la última etapa de su despliegue, desdoblando su último espejo principal y alistándose para comenzar a estudiar -en unos cinco meses y medio- cada fase de la historia del cosmos.