“Estamos abiertos al diálogo con quienes deseen la paz basada en los principios de justicia y de respeto de los intereses legítimos de las partes”, manifestó Putin.
Además de Siria y Rusia, Corea del Norte es el único país que reconoció la independencia de las regiones separatistas de Lugansk y Donetsk, respaldadas por Rusia en el este de Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, tiene adeptos a su causa de construir un nuevo orden mundial, pero se ha quedado solo en su defensa de la anexión de los territorios ocupados por su Ejército en el este y sur de Ucrania.
La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, fue tomada por las tropas rusas a principios de marzo, poco después de que Moscú invadiera Ucrania el 24 de febrero, y está cerca del frente de batalla en el sureste del país.
Esto se debe a “los precios más altos de la energía, así como a la disminución de la confianza del consumidor y la desaceleración de la actividad manufacturera como resultado de las continuas interrupciones de la cadena de suministro y el aumento de los costos de las materias primas”, detalló el FMI.
Estados Unidos acusó este miércoles a Moscú de la deportación a Rusia de entre 900,000 y 1,6 millones de ucranianos, incluidos 260,000 niños, para cambiar la composición demográfica de Ucrania, así como de la desaparición de miles de civiles.
“Trágicamente, muchos de los desafíos que el mundo afronta tienen un impacto en la vida de la gente, particularmente en lo que se refiere a alimentos, a energía.
Catorce personas murieron en un ataque de misil ruso contra un edificio de apartamentos en el puerto de Odesa, en el sur de Ucrania, anunció la mañana del viernes un alto responsable ucraniano.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha pedido a Estados Unidos que reconozca a Rusia como un estado que patrocina el terrorismo tras el ataque ruso de ayer contra un centro comercial en la ciudad ucraniana de Kremenchuk, en el que han fallecido al menos 16 personas.