Siguió la Orquesta interpretando la obra “Mi país”, de Guillermo Anderson, en versión sinfónica, una melodía muy popular, de las muchas que dejó el malogrado compositor.
La obra fue ejecutada con maestría y buen timbre. El director supo darle el ambiente debido a los susurros y los fortísimos, de tal suerte que el público estuvo sumergido.
Estamos a partir de ahora enfrentando una realidad inédita, a la cual debemos buscarle alternativas de solución. El resto de naciones está en situación igual o mayor.