En Honduras defender los recursos naturales puede conducir al acoso, la cárcel, la muerte. Ese ha sido el destino violento del compatriota Juan López, ocurrido el 14 del corriente en Tocoa, quien pese a contar con medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, nunca contó con efectivos policiales que le brindaran protección a su integridad física. Él fue defensor intransigente de los ríos Guapinol y San Pedro, cuyas aguas han sido contaminadas por la empresa minera Inversiones Pinares.