Nos vendieron gato por liebre, cual hábiles prestidigitadores. Finalmente, un alto porcentaje de compatriotas, exceptuando aquellos (as) que ocupan elevados cargos burocráticos, devengando salarios desproporcionados por su cuantía, gozando además de prebendas, entre ellas, el nombramiento de su parentela en la administración pública, concluyen que no valió la pena intentar dejar atrás.