Es una tendencia a vivir obsesionado por el futuro, pero pareciera que se vuelve una costumbre o tradición vivir en el pasado o en el futuro, lo que dificulta aprender a vivir el presente.
El último aspecto que se ha de considerar son las circunstancias tentadoras que colocan a las personas bajo presiones cuya fuerza de voluntad no siempre puede superar.
Los hombres jóvenes están pasando grandes dificultades que van desde rendimiento académico, problemas financieros, soledad, incluso falta de intimidad; en comparación con las mujeres jóvenes, los chic...
Un corte de energía masivo, como el ocurrido la semana pasada en la península ibérica, es solo un ejemplo de lo vulnerables que podemos ser ante lo imprevisto.