A juicio de Zamora, quien se encuentra en el exilio alegando razones de seguridad, el Ejecutivo nicaragüense pretende “enviar el mensaje de que abandonan la OEA, cuando la realidad es que, por el no cumplimiento de sus compromisos en materia de democracia y derechos humanos, es inminente que va a tener como resultado la suspensión de Nicaragua de la OEA”.