Hace tres décadas que el cuerpo obeso y tiroteado de Pablo Escobar quedó sobre un tejado de Medellín. El narcotráfico siguió sin él y hoy en su cuna abundan los mercados de cocaína saborizada, fármacos y alucinógenos a base de ketamina.
“Las FFAA en el marco de las operaciones interinstitucionales contra el narcotráfico, identificaron y aseguraron una plantación de sembradillos de estupefacientes en la comunidad de Las Mangas, Tocoa, Colón”, informó la institución castrense.