Del total de bonos soberanos, 500 millones de dólares fueron colocados en marzo de 2013; unos 700 millones en enero de 2017 y 600 millones en junio de 2020.
Desde el año 2010, estos instrumentos financieros son los que más recursos han demandado de las arcas hondureñas, reclamando más de $716 millones en 12 años.