Las y los profesionales de la noble misión magisterial, que conlleva sacrificios de diversos tipos, actualización permanente, genuina vocación de servicio en la formación de las y los educandos, hoy celebran el día en que la sociedad les demuestra su reconocimiento y gratitud por ser forjadores de niñas, niños, adolescentes, adultos, que requieren y merecen una oportunidad de superarse educativa y cívicamente, moldeando personalidades íntegras, responsables, comprometidas con Honduras y su pueblo.