El vuelo 11 de American Airlines, un Boeing 767 que se dirigía de Boston a Los Ángeles con 92 personas a bordo -incluidos cinco yihadistas-, impacta a 790 km/h contra la torre norte del World Trade Center, abriendo una enorme brecha en los pisos superiores del edificio, que quedan en llamas.
El vuelo 175 de United Airlines, también un Boeing 767 que despegó de Boston con destino a Los Ángeles con 65 personas a bordo -incluidos cinco yihadistas-, se estrella a 950 km/h contra los pisos superiores de la torre sur y genera una gigantesca explosión.
Bush, evacuado a la base aérea de Barksdale, Luisiana, pone a las fuerzas armadas en “estado de alerta máxima” y promete “perseguir y castigar a los cobardes responsables” de los atentados.