Medio centenar de ballenas piloto murieron tras quedar varadas en una playa en el oeste de Australia, pero las autoridades dijeron el miércoles que esperan que otros 45 cetáceos de la manada sobrevivan.
Timothy Shaddock entregó a la perra que lo acompañó durante tres meses en alta mar al capitán del barco que los encontró antes de regresar a Australia.