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Un auto para toda la familia

  • 02 marzo 2017 /

Audi A3 Sportback es potente y lleno de confort, conózcalo

El compacto A3 de Audi se ha sometido a una cura de rejuvenecimiento para seguir impulsando las ventas de la marca de los cuatro aros, que se ha centrado en actualizar exteriores e interiores y en hacer más eficientes y potentes sus motores, a la par que se ha incrementado la dotación tecnológica

A la venta desde mayo, el A3 actualizado cuenta con una amplia gama de versiones: se puede elegir con tres puertas, con 5 (Sportback), Sedan (con carrocería de berlina) y Cabrio.

Además, para los más concienciados con el medio ambiente, se puede optar por que vaya impulsado por gas natural comprimido (Audi A3 Sportback g-tron) o por electricidad (e-tron).

Pero como en el ADN de Audi está la deportividad tampoco puede faltar para los amantes de la conducción dinámica la versión S3 (con 310 CV, 10 CV más que la versión anterior).

De todas las versiones ofertadas Efe ha probado la Sportback dotada con el motor de gasolina 1.4 TFSI de 150 CV con la tecnología COD y ligada a una caja automática S Tronic de 7 velocidades.

Foto: La Prensa


COD es el acrónimo de 'cylinder on demand, cilindros a demanda'. Lo que hace es desconectar dos cilindros cuando la demanda de potencia lo permite para rebajar los consumos.

El conductor no nota nada, la gestión es automática, de tal forma que, cuando se alcanza el ritmo deseado y el conductor deja de acelerar, el sistema procede a desconectarlos para recortar el gasto de combustible.

En sentido contrario, cuando se requiere más potencia, como puede ser en una autopista con fuertes pendientes o en un adelantamiento, la tecnología COD vuelve a poner en funcionamiento los cuatro cilindros.

Con la D engranada, el conductor también puede elegir un cambio más deportivo, que lo identificará visualmente porque en el cuadro de relojes la letra D que acompaña al número de marcha en que se circula cambia por una S.

Pero éstas no son las únicas modificaciones que pueden realizarse al coche. Con el Audi Drive Select se puede elegir entre cinco modos de conducción.

Foto: La Prensa


El primero es Efficiency. Se trata del más ahorrador de todos y en él el coche tiene un comportamiento más tranquilo con unos cambios de marcha con desarrollos más largos para reducir el gasto de combustible. En el cuadro, al lado del número de la relación de la caja de transmisión, aparece una E.

El segundo es Confort, que está más enfocado a un comportamiento rutero. El tercer modo es Auto (combina bien la eficiencia con un toque deportivo), el cuarto Individual (el conductor es el que cambia los diferentes parámetros) y el último Dinamyc, donde los cambios y la dirección son más vivos.

Los 150 CV de este 1.4 y la provechosa gestión que hace de ellos la S tronic permiten alcanzar rápidamente velocidades superiores a los 120 km/h por lo que hay ir pendiente del velocímetro para evitar rebasar los límites.

Lo mismo pasa en carreteras de circunvalación, donde una entrega de potencia algo desbocada si se pisa con firmeza el acelerador avisa de que podemos estar infringiendo la normativa de circulación.

Foto: La Prensa

Y todo ello casi sin enterarnos porque el trabajo de aislamiento del motor es muy bueno y el ruido de rodadura está bien filtrado para que no llegue al interior.

Si al comportamiento en recta no se le pueden poner pegas, en curva sucede lo mismo y el coche transmite aplomo tanto en giro abierto como en cerrado.

La marca le ha homologado un gasto mixto de combustible de 4,8 l/100 km. Como sucede con todas las marcas, y hasta que se implanten las pruebas de uso real en vez de en laboratorio, el gasto registrado durante la prueba ha sido de 6,8 l/100 km por la conducción dinámica realizada. El dato demuestra el potencial que ofrece para quedarse por debajo de 6 l/100 km con una conducción normal.

El interior está a la altura de lo que se espera en un vehículo premium: calidad y buenos ajustes. Y además en este caso deportividad, ya que incorpora el paquete opcional S Line (1.825 euros).

Por eso precio Audi incluye las llantas de aleación de 18 pulgadas, los neumáticos 225/40, la tapicería de tela/cuero con grabado S, asientos deportivos, las inserciones decorativas en aluminio mate cepillado, las molduras de entrada con inserciones decorativas en aluminio, el logotipo S line en el umbral de las puertas y en las aletas delanteras.

Con todas estas mejoras el puesto de conducción es cómodo. Es ergonómico, todo queda al alcance de la mano, y la butaca tiene buen agarre en curva. El mullido del asiento recoge bien el cuerpo lo que se agradece en viajes largos y en atascos.

Como opcional (lo equipa la unidad analizada), se puede elegir, por primera vez en el A3, el cuadro de relojes digital de 12,3 pulgadas, denominado Audi Virtual Cockpit (365 euros), que ya montan los TT o los A5, entre otros Audi.

Para personas de 1,80 metros los diferentes ajustes de volante (achatado por abajo para facilitar la entrada y salida del coche) y el asiento posibilitan un acoplamiento perfecto. El problema será para el pasajero de atrás que no contará con tanto espacio para las rodillas.

La parte de atrás, como es habitual en la mayoría de los coches, es más confortable para dos personas que para tres, debido a que el asiento central aloja una trampilla para transportar objetos largos (como esquís) que resta mullido.

Exteriormente, llama la atención, además de por el Rojo tango (810 euros) en el que va pintada la carrocería, por las taloneras, la amplia parrilla para refrigerar el motor, el ancho de las llantas de aleación y la doble salida del escape.

Como es habitual en las marcas premium los asistentes de conducción son opcionales, como es el caso del control de crucero adaptativo (880 euros), el asistente de cambio de carril, de mantenimiento de carril y en atasco (625 euros); el control automático de velocidad (355 euros), o la cámara trasera (480 euros).

Las formas de su carrocería le dan polivalencia y permite convertirlo en el primer coche de una familia.

Por precio se sitúa por encima de los modelos generalistas, en los que es más fácil obtener una mejor relación calidad precio y con mayores equipamientos. Pero la exclusividad se paga.