San Pedro Sula, Honduras.
“Con que natural sabiduría las finas hebras a las hojas ata, y una red teje de fulgor de plata,
que la infeliz aracné envidiaría, reza La araña, uno de los emblemáticos poemas del gran escritor hondureño nacido el 17 de abril de 1875, Juan Ramón Molina.
El autor hondureño, conocido también como “el poeta gemelo de Rubén” por la similitud en la resonancia de sus escritos con el nicaragüense y máximo representante del modernismo: Rubén Darío, fue homenajeado por la Alianza Francesa de San Pedro Sula y las Amigas del Arte (ADA), distinguidas damas que celebraron las nostálgicas y profundas letras del oriundo de Comayagüela, en una noche llena de poesía e historia donde resonaban los sonetos Pesca de sirenas y Salutación a los poetas brasileros.
Fabuloso
Su vida estuvo llena de intensos pensamientos y emociones que transmitía en sus versos, ideas que lo hicieron caer en un trance de pesimismo y hastío, como el conferencista de esa noche resplandeciente, Julio Escoto, también destacado cuentista y crítico literario, relató sobre la vida, obra y muerte del exiliado Molina, quien abatido por los efectos del alcohol en la profunda desolación de su alma falleció el 2 de noviembre de 1908 a los 33 años en El Salvador, hecho que inmortalizó Augusto C. Coello en un poema dedicado a su amigo y colega Juan Ramón Molina.
“Con que natural sabiduría las finas hebras a las hojas ata, y una red teje de fulgor de plata,
que la infeliz aracné envidiaría, reza La araña, uno de los emblemáticos poemas del gran escritor hondureño nacido el 17 de abril de 1875, Juan Ramón Molina.
El autor hondureño, conocido también como “el poeta gemelo de Rubén” por la similitud en la resonancia de sus escritos con el nicaragüense y máximo representante del modernismo: Rubén Darío, fue homenajeado por la Alianza Francesa de San Pedro Sula y las Amigas del Arte (ADA), distinguidas damas que celebraron las nostálgicas y profundas letras del oriundo de Comayagüela, en una noche llena de poesía e historia donde resonaban los sonetos Pesca de sirenas y Salutación a los poetas brasileros.
Rebeca Mejía se mostró entusiasmada al recitar uno de los famosos escritos de Juan Ramón Molina.
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Marissa Milla y Zoyla Garrigó
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Rebeca Mejía y Julieta Kattán
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Su vida estuvo llena de intensos pensamientos y emociones que transmitía en sus versos, ideas que lo hicieron caer en un trance de pesimismo y hastío, como el conferencista de esa noche resplandeciente, Julio Escoto, también destacado cuentista y crítico literario, relató sobre la vida, obra y muerte del exiliado Molina, quien abatido por los efectos del alcohol en la profunda desolación de su alma falleció el 2 de noviembre de 1908 a los 33 años en El Salvador, hecho que inmortalizó Augusto C. Coello en un poema dedicado a su amigo y colega Juan Ramón Molina.
Mavis Aragón e Ileana Soto
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Muy atento, el público se deleitaba con cada frase de los sonetos de Juan Ramón Molina.
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Las escritoras Mimí Panayotti y Ana María Alemán
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