Si usted presenta síntomas, como fuertes dolores en el abdomen, un flujo anormal e irritación en el cuello del útero o cérvix, tenga cuidado, puede tratarse de una cervicitis.
Esa enfermedad es la inflamación de la cérvix; este órgano es la porción fibromuscular inferior del útero que se proyecta dentro de la vagina.
Por lo general, ese problema se adquiere a través de una infección que adquiere durante la actividad sexual.
El ginecólogo José Palomo explica que la cervicitis es la inflamación de la capa superficial del cérvix; puede producir engrosamiento y cambios inflamatorios en ese órgano causando dolor.
El especialista detalla que los síntomas más frecuentes de esa enfermedad son las secreciones a través del cérvix. Además la inflamación del órgano a consecuencia de una infección que puede ser bacteriana o por hongo.
Existen dos tipos de cervicitis: la aguda y la crónica.
Dolor severo
El médico detalla que cuando se presenta una cervicitis aguda el tratamiento a seguir es por medio de medicamento local y es necesario tratar la infección, que puede ser por un hongo o bacteria.
Otro factor que puede producir la inflamación del cérvix es por un cuerpo extraño. “Cuando la paciente tiene por mucho tiempo el dispositivo, el útero comienza a rechazarlo y produce la hinchazón o inflamación del cérvix. Para evitar ese problema se debe retirar el dispositivo, se aplica un procedimiento local y se deben usar desinflamatorios para controlar la infección”, explica el ginecólogo.
En el caso que se presente una cervicitis crónica se debe practicar una colposcopia, “se mira el cuello de la matriz, magnificándolo, para observar si hay una lesión cancerosa. “Se toma una biopsia, si sólo es inflamación se le sigue un tratamiento local”, comenta.
Palomo explica que las mujeres que tienen riesgo de padecer de cervicitis son aquellas que tienen varias parejas sexuales y no usan condón durante sus encuentros sexuales. “Puede dar inicio a una infección que puede llegar a inflamar el cérvix”.
La infección común es por hongos glamidia microplasma, la cual se adquiere por transmisión sexual.
La medidas de prevención para evitar la cervicitis es usar el condón (si cambia de pareja), mantener un relación estable y tener un buen aseo de su parte íntima. Palomo recomienda a las mujeres no usar las duchas vaginales “porque es más propenso a producir la cervicitis, puede producir una colonización de bacteria en la vagina y causar la inflamación”.
