Tegucigalpa, Honduras.
La explosión de un mortero le provocó a un joven campesino hondureño perder dos dedos de su mano derecha y estar viviendo una pesadilla.
'Quemarse con pólvora es lo más terrible que le puede pasar a uno', decía con voz entrecortada José Ángel Gonzáles (22) quien hoy se recupera en una cama del Hospital Escuela Universitario (HEU) en la capital.
Cirujanos plásticos le salvaron la mano derecha que resultó completamente herida tras la explosión.
Su trágica experiencia ocurrió el martes pasado en su natal comunidad de San Antonio en Intibucá en el marco de la celebración patronal al Apóstol Santiago.
'Yo no estaba tirando cohetes más bien estaba largo, había un chavo que tiró dos bombas y no explotaron... al rato y recogí una, será que estaba como desecha la mecha que no agarró fuego de inmediato pero cuando yo la recogí me explotó en la mano', recordó el labriego.
Gonzáles lamenta lo que le ha ocurrido porque su trabajo en el campo será más difícil de realizar.
'Después de esto solo le digo a niños y adultos que no quemen pólvora porque pueden perder hasta la vida', concluyó.
