La lucha por la tierra entre campesinos y terratenientes sigue dejando sangre y dolor, sin que las autoridades detengan el conflicto.
Esta semana, supuestos sicarios asesinaron a Odilio Acosta y Santos Aguilar del Movimiento Campesino de Rigores, en la comunidad Nueva Vida, municipio de Trujillo.
Según informes proporcionados por la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán, Copa, los campesinos fueron atacados con armas de fuego desde un vehículo en marcha en la comunidad de Nueva Vida.
Hace unos años, el gobierno de la República, a través del Instituto Nacional Agrario, INA, tuvo negociaciones con los herederos del terrateniente Federico Rivera, sin lograr acuerdos para la compra que permitieran adjudicarlas a las empresas campesinas, seis en total, afiliadas a la Central Nacional de Trabajadores del Campo, Cntc.
El conflicto de tierras en este departamento también dejó el año anterior en el sector de Silin, Trujillo, 12 personas muertas cuando se enfrentaron campesinos y terratenientes, en el asentamiento Guadalupe Carney.
Por este hecho, los campesinos Isabel Morales y Carlos Maradiaga guardan prisión en la granja penal.