REDACCIÓN. La menor de 10 años, Alison Sánchez Enamorado, nació el 20 de julio de 2012; desde que cumplió dos años de edad, inició su camino en la danza en Attitudes Ballet Studio (academia de danza ubicada en Siguatepeque) desarrollándose en las diversas modalidades de danza, como ser: ballet clásico, danza jazz, danza contemporánea, belly dance y tap.
Ya a sus seis años, participa en su primer competencia denominada Eleve 2018, donde obtuvo el segundo lugar en danza clásica, posteriormente, en 2019, participó en otras categorías.
En 2020 fue un año explosivo a nivel internacional y nacional, participó en Venezuela en la competencia Danza Margarita, en la cual ganó el segundo lugar en danza jazz y el tercer lugar en ballet clásico. También estuvo en el Danza Activa Panamá 2020, donde ganó dos medallas de plata. Asimismo, en Universal Dance en México, obtuvo el primer lugar en ballet clásico y el reconocimiento Master Kids Cancún, siendo el mejor puntaje en su división.
DATO
Alison también ha destacado a nivel nacional, participando y ganando primeros lugares en competencias como el Azul Fest y el All Dance Honduras.
Y así, a su corta edad, demostró que nada es imposible cuando se visualiza un objetivo, en el 2021 volvió a participar en la categoría de ballet clásico, pero en Italia, lugar en el que fue galardonada entre las 30 mejores bailarinas de toda la competencia.
Y en este 2023, en el mes de marzo, la competencia “Domenico Modugno” que se realizará en Lecce, Italia, la volverá a recibir con los brazos abiertos para que pueda deleitar al público con su enorme talento innato. Esta competencia es de alto nivel en danza clásica y contemporánea; participan bailarines de Estados Unidos, países de Europa y Asia.
Evento internacional
El Concurso Internacional de Ballet y Danza Contemporánea, Domenico Modugno, en Lecce, Italia, es el primer y único evento de este tipo en la zona, su objetivo es promover, estimular y alentar a los jóvenes talentos en la disciplina de la danza y la coreografía.
El objetivo principal del evento es crear oportunidades para que los jóvenes bailarines hagan “networking”, vean y sean vistos por sus compañeros, profesores, directores de escuelas y compañías y, por supuesto, el público. Las conexiones hechas bajo tales circunstancias, inevitablemente, resultan en ofertas de becas y oportunidades laborales en el mundo artístico que mejoran el futuro de los participantes.
