Londres, Reino Unido.
La reina Isabel II anunció este lunes haber acordado con el resto de la familia real británica, durante una reunión de crisis, un 'periodo de transición' para que su nieto Harry y su esposa Meghan abandonen sus funciones reales como desean.
Tras una reunión celebrada este lunes para dilucidar el futuro papel en la monarquía del hijo de Diana de Gales y su esposa, el palacio de Buckingham publicó un comunicado en el que la monarca señaló que existen 'asuntos complejos que resolver' para los que se alcanzará una solución 'en los próximos días'.
'Aunque hubiéramos preferido que siguieran siendo miembros de la familia real a tiempo completo, respetamos y comprendemos su deseo de vivir una vida más independiente', por lo que se acordó un 'periodo de transición' en que residirán entre Canadá y el Reino Unido, afirmó la monarca en un comunicado.
El comunicado recalca que Harry y Meghan no quieren recibir fondos públicos para mantenerse en sus 'nuevas vidas'.
En el encuentro participaron la Reina, Harry, su hermano William y su padre Carlos, futuro rey, mientras que Meghan era informada sobre el curso de las discusiones vía telefónica, de acuerdo a la revista People.
Después del encuentro se pudo ver a Harry, su hermano William y al padre de ambos, el príncipe Carlos, abandonar por separado la residencia real de Sandringham, ubicada en el este de Inglaterra.
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¿Independencia financiera?
Aunque los duques de Sussex alegan que desean ganar su propio dinero sus acciones dicen todo lo contrario.La pareja pretende seguir viviendo en Frogmore Cottage cuando estén en Reino Unido, una vivienda que fue remodelada con fondos públicos. Algo que ellos han negado en reiteradas ocasiones.
Asimismo, aunque no tengan todas las responsabilidades de la realeza, como William y Kate Middleton, sí se ofrecieron 'a apoyar' a su majestad realizando visitas diplomáticos cuando esta disponga, viajes financiados por el llamado Sovereign Grant, que se nutre del dinero de los contribuyente británicos.
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Por otro lado la pareja ha registrado el título real duques de Sussex, que se les concedió tras su boda el pasado mayo de 2018, como una marca de la que podrán lucrarse en un futuro.
Aunque el público británico pide que Meghan y Harry sean despojados de sus títulos reales, no hay indicios que la reina Isabel II llegué a realizarlo.
