25/04/2024
09:38 AM

Salvador, un jardinero bien padre que enseña a sus hijos con el ejemplo

Salvador Bautista tiene 46 años, es padre de siete hijos a quienes ha educado y enseñado a trabajar. Se vino de su natal Belén, Gualcho, y junto a sus hijos se recorre barrios y colonias podando yardas y dando forma a las plantas

San Pedro Sula, Honduras.

La vida le enseñó a Salvador Bautista que no existen límites cuando se quiere lograr algo. La falta de trabajo y oportunidades en su natal Belén Gualcho lo llevó a buscar un mejor porvenir y a pesar de las dificultades lo ha logrado en la capital industrial.

Siendo la cabeza de la familia, hace 15 años, tuvo que tomar una decisión junto a su esposa. El dilema era quedarse en Ocotepeque o salir a otra ciudad para buscar el sueño hondureño, criar a los seis hijos que ya tenían y a los que vendrían.

Con su rostro sudoroso, quemado por el sol, recuerda que ya en una ocasión había viajado a San Pedro Sula y busco trabajos temporales. Chapeaba potreros, arreglaba yardas y algunas áreas verdes de casas en varias colonias y nunca imaginó que esas labores servirían para montar su microempresa familiar.

Desde niño le gustaron las plantas y en su infancia trabajó duro como todos los pequeños de las comunidades rurales que no conocen las vacaciones y muchos ni siquiera acuden a la escuela.

Sueños

La vida de Salvador no fue diferente a la de muchos niños pero, el quería algo diferente para la familia que estaba formando.

Ante ese panorama Salvador Bautista quería que sus hijos tuvieran otro destino, que estudiarán y lo mejor crecieran en familia por lo que necesitaban salir juntos para buscar mejores oportunidades para todos.Su paso por la gran ciudad, cuando conoció por primera vez, le permitió ver la necesidad de personas que hicieran con amor y dedicación las labores de jardinería y ahí vio una oportunidad.

“Yo trabajo de lo que sea porque uno debe dejar la pereza hago labores de fontanería, albañilería, soldadura y lo que salga pero lo que me gusta es la jardinería” dice Salvador.

Fue así que acompañado de su esposa Maria Marlen y seis de sus siete hijos viajó a la capital industrial con las maletas cargadas con sus pocas pertenencias pero rebalsadas de sueños y esperanzas por un futuro mejor.

Emprendieron el viaje hace 15 años y se asentaron en San Pedro Sula. Salvador comenzó a afinar su técnica como jardinero sin importar las horas que le llevara aprender.

Compró sus herramientas y poco a poco adquirió un carro para trabajar porque su buen desempeño comenzó a conocerse entre los vecinos de muchas colonias.

Se ocupó de enseñarle a sus hijos Gustavo, Salvador, Eber y Onán el amor por el trabajo pero eso no impidió que fueran a la escuela y estudiaran. Ellos lo siguen haciendo y durante los fines de semanas apoyan a su padre en los trabajos.

También inculcó en sus hijas Aracely, Gladys y Silvia valores y la importancia del trabajo, la honestidad y el amor por la familia. Ellas hoy trabajan de manera independiente.

Salvador reconoce que todo ese trabajo no hubiese sido posible sin el apoyo decidido de su esposa, una mujer de armas tomar, con quien ha sacado adelante a sus hijos, hoy tienen su casa y han mantenido la micro empresita familiar de jardinería.

Ejemplo

Para sus hijos, Salvador es un héroe sin capa y su modelo a seguir. Han visto en él un ejemplo de trabajo porque no hay domingos, altas temperaturas, lluvias ni día festivo si de trabajar se trata.

“Nos ha sabido educar y enseñar”, dicen los hijos.

Recorren todas las colonias y los mismos vecinos recomiendan el trabajo que realizan en familia.

“Mi papá es un hombre trabajador y nos sentimos orgullosos de él pues una persona humilde que nos ha enseñado a trabajar”, dice Alex David, su hijo menor. “Yo salgo a todas las colonias de San Pedro y a donde me llamen”, remarca.

“Mis hijos han estudiado y lo siguen haciendo yo les digo que todo se puede en esta vida eso si hay que luchar. Cuando uno comienza no tiene nada y se agüita uno al ver que ni sabe como hacer las cosas pero al final Dios nunca nos deja de la mano”, dice.

LA PRENSA les desea Feliz Día del Padre a todos los hondureños que como Salvador se esfuerzan por educar y criar con el ejemplo a sus hijos demostrándoles que la vida es de retos y nada es regalado para poder triunfar.