Los pacientes renales del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en la Capital Industrial, protestaron esta mañana por la falta de enfermeras asignadas a las salas de hemodiálisis, donde reciben tratamiento.
Froylan Banegas Fiallos, presidente de la Asociación de Pacientes Renales del IHSS en zona norte, informó que esta mañana se tomaron el portón de ingreso debido a que hay carencia de personal en la sala de hemodiálisis.
Detalló que no se cuenta con el personal suficiente en base al protocolo internacional de manejo de pacientes en la sala de hemodiálisis, es decir que por cada 4 enfermos renales, debe haber una licenciada y una auxiliar de enfermería, pero actualmente para 20 pacientes solo hay dos enfermeras.
En ese sentido, la carencia de personal atrasa todas las sesiones de hemodiálisis, pues las pocas enfermeras, demoran mucho en preparar a los pacientes de la primera tanda, iniciando tardíamente la segunda y consecuentemente la tercera y cuarta sesión, la cuales tienen que ser de cuatro horas, pero las últimas se han reducido a una hora y media, denunció el dirigente.
Esta problemática ha sido denunciada durante todo el año a las autoridades del IHSS, pero no se ha dado una solución, por lo cual se vieron obligados a protestar. Se anunció que el próximo jueves los pacientes se tomarán tres portones de acceso al IHSS hasta tener solución.
Luego de una denuncia de LA PRENSA los aires acondicionados de las salas de hemodiálisis fueron reparados por la empresa que da el servicio de hemodiálisis a la institución, esto aunque no les compete tal labor, sino al IHSS.
En la salas dos salas de hemodiálisis del IHSS en San Pedro Sula hay 18 y 21 máquinas, las cuales sirven a 220 pacientes en seis turnos. Cada uno de estos enfermos renales recibe hemodiálisis tres veces a la semana.
La semana pasada, los pacientes renales que reciben tratamiento por parte de Secretaría de Salud, dieron a conocer que apenas hay 2 de 15 medicamentos para su condición en la farmacia del Mario Catarino Rivas. En Diálisis de Honduras el tratamiento no hay fallado pero los pacientes exigen los fármacos o también se irán a las calles, pues temen que el gobierno sea incapaz de poder asegurar un nuevo contrato para continuar dando el servicio de tratamiento renal.
