La pandemia y la amenaza del huracán Eta se aliaron para que los sampedranos dejaran de visitar a sus muertos en el Día de Difuntos.
Algunos no dejaron sus tradiciones y a pesar de la lluvia, con todas las medidas de bioseguridad, fueron a los camposantos.
Otros adelantaron las visitas y lo hicieron cuando el dígito se los permitía.
Fue un Día de Difuntos diferente y hasta los vendedores de flores, coronas y ornamentos para las tumbas coinciden en que no lograron surtirse como otros años y las ventas fueron malas.
LEA: Protegidos con mascarillas coronan a sus difuntos
“El problema es la situación que estamos atravesando, nosotros no vendimos flores naturales porque en algunos cementerios les permitían únicamente artificiales”, dijo a LA PRENSA Claudia Méndez, una vendedora flores.
En cementerios como La Puerta y otros municipales el ingreso se hizo con todas las medidas de bioseguridad, aunque las visitas fueron pocas y no como otros años.
Uno de los controles fue que solo entreban las personas con las terminaciones correspondientes de acuerdo a lo establecido por Sinager.
La Municipalidad fumigó los camposantos de Cofradía, Chamelecón, Rivera Hernández, Río Blanco, Ocotillo, La Puerta, Laureles y el general.