“El mar avanza de manera natural, pero esto ha sido catastrófico”: Luis Beltrán

El mar también se está tragando playas en La Ceiba y Esparta, Atlántida; en Iriona y Santa Fe, Colón, y en muchos lugares más, afirma experto en temas de impacto climático.

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Luis Beltrán, ingeniero ambiental.

mié 2 de noviembre de 2022

10 min. de lectura

San Pedro Sula

Lipidia y miseria es lo que habrá en el país si los recursos naturales se pierden al ritmo actual. En cada pueblo, la riqueza natural es el mayor de sus bienes, pero en Honduras nunca antes había estado tan sometida a estragos.

Luis Beltrán es ingeniero ambiental y también funge como titular en la Gerencia de Ambiente de la alcaldía de San Pedro Sula. Él, recientemente, evaluó lo que sucede en la playa de Bajamar y pudo ver un patrón que ya comenzó a ocurrir en muchas otras más del litoral atlántico hondureño.

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Beltrán conversó ampliamente con LA PRENSA Premium sobre cómo se da la erosión costera, el impacto de la sedimentación y lo que sucederá si no se toman cartas inmediatas en el asunto climático nacional.

¿Hay una explicación científica para lo que está ocurriendo en Bajamar?

Es lamentable lo que está sucediendo, no solo es en Bajamar, también en La Ceiba (Atlántida), en Iriona y Santa Fe, Colón. Todas las zonas aledañas al mar. La afectación por la erosión costera es extremadamente fuerte, este es un fenómeno natural, sin embargo, al haber alteración en los patrones climáticos, si tenemos marejadas más altas, o sea, el oleaje es más fuerte y tenemos menos protección en las playas, por lo tanto, el efecto va a ser mayor. Hay diferentes aristas desde el punto de vista científico, el cambio climático nos pasa factura. Al elevarse el nivel del mar con mayor agresividad, por supuesto que la energía sinética del agua al pegar en tierra firme va a afectar más.

" Fui a bajamar para conocer la situación crítica que se vive y ellos quedaron en decretar emergencia a nivel municipal y gestionar con Ambiente "

Pero también hay otros elementos de origen antropogénico causados por el ser humano, como la alta deforestación en las cuencas, eso azolva o rellena los ríos, por lo tanto, cuando estas aguas entran al mar y rebotan en la parte costera, si no tenemos protección como árboles que eran auténticos de la playa como la uva de playa y otros, la playa queda desprotegida y con facilidad la va erosionando. Prácticamente esos dos elementos son las más importantes que podemos considerar.

¿Las desembocaduras de los ríos Ulúa y Chamelecón también han cambiado por el sedimento, eso tiene que ver con lo que le está pasando a Bajamar?

Sí. Eso pasa también en otros lugares como La Ceiba, donde hoteles muy famosos de mucho renombre se han visto embestidos por las olas porque el mar va pegando, va arrastrando, va golpeando y va erosionando. Eso va dejando mucha afectación. También se está dando en Esparta, Atlántida. El caso de Bajamar es bastante peculiar y muy preocupante porque toda la comunidad está amenazada con desaparecer por el aumento del mar hacia tierra firme.

¿El avance del mar puede ser muy rápido?

De manera natural se da, pero muy mínimo. El problema es que esto ha sido catastrófico. Ha avanzado considerablemente. En 10 años hemos visto un cambio exagerado y en los últimos años la afectación ha sido mayor.

¿A las barras del Cuyamel y el Motagua, el mar las atravesó?

Eso sucede en muchos lugares, porque el cambio climático nos está afectando. Y además las acciones que se están haciendo de no proteger las franjas de seguridad nos pasan factura.

¿Cuáles son las soluciones para estas comunidades?

Empezar a trabajar en la parte de protección de playas es muy importante, pero también en la parte alta de las microcuencas se deben proteger, porque si seguimos deforestando esto va a seguir pasando factura todos los años.

" Los humedales nuestros han sido invadidos por monocultivos como la palma o también han sido invadidos para poder edificar alguna vivienda "

Vimos que en Bajamar construyeron una muralla de piedra, pero dicen que lo ideal es un rompeolas. Cómo funciona esto?

Lo que pasa es que un rompeolas puede generar mayores problemas porque el mar siempre tiene la fuerza cinética que por naturaleza existe, entonces, va rompiendo y va rompiendo, y va afectando más los humedales. El mangle es uno de los elementos que protege la barrera de agua dulce con la de agua salada; y fíjese que lo más preocupante es que usted mira la erosión costera, pero también el mar avanza subterráneamente. Hay lugares como en Santa Rosa de Aguán donde el mar avanzó subterráneamente contaminando el agua dulce y afectando directamente las poblaciones. Salinizó el suelo. Y al salinizar el suelo afecta toda la parte vegetativa, los árboles mueren y el agua dulce se mezcla con agua salada y eso provoca problemas ecológicos muy fuertes.

¿La afectación antropogénica (intervención humana) es entonces más fuerte que la natural?

Lo que pasa es que al cambio climático lo ha alterado la acción antropogénica y al hacer más acción antrópica negativa, entonces el cambio climático se ve fortalecido y los efectos son peores.

¿Qué esperanza puede haber en las costas hondureñas, que son tan pobladas?

Lo peor es la afectación a la economía local. La presidenta Xiomara Castro tiene muy claro este punto y yo estoy 100% seguro que se van a tomar medidas. Esto tiene que salir de una política pública nacional y ambiental, basada en términos técnicos y científicos, y acompañado de la comunidad. ¿Se pueden hacer cosas? Por supuesto que sí.

El problema con la basura que afecta directamente y que no solo se queda ahí, sino que llega hasta Trujillo, ¿cómo lo ve?

Guatemala nos sigue invadiendo de basura. El río Motagua es uno de los afluentes más grandes que se encuentran en la zona fronteriza y esta basura no solamente queda en Omoa, sino que llega a nuestros arrecifes, llega a nuestras playas y afecta la economía local. Afecta los recursos naturales, afecta el turismo, afecta todo. Ese es un tema altamente crítico y que no pasa solo por colocar biobardas, sino que pasa por una decisión política de Honduras hacia Guatemala, porque Guatemala tiene que detener esta contaminación.

Es que aparte, el río Motagua también inunda el lado de Honduras, porque de lado de Guatemala tiene bordos...

Por supuesto, pasa eso porque se sedimentan los ríos y si sedimentamos los ríos, pierden área hidráulica. Esa área es el caudal.

¿Cree que esta situación de la erosión costera sea considerada una emergencia ambiental?

Debería. Con elementos que existen sí porque amenaza a la comunidad, a la población, a la gente...

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¿Qué se le puede decir a la población costera, deberían estar preocupados?

Que emp iecen a trabajar de la mano con las autoridades competentes. Esto no pasa solo por colocar un saco de arena. Sino que también es una política pública que tiene que salir de municipalidades, Gobierno central, Ministerio de Ambiente y comunidad para buscar soluciones. Esto no es tan sencillo como parece. Tiene que haber un trabajo conjunto.

¿Es impactante lo que está sucediendo en general a todos los ecosistemas del país?

Debemos de trabajar de la mano porque la riqueza del país recae en sus recursos naturales. Es la última que nos queda y si no la cuidamos y la protegemos estamos condenando a las próximas generaciones a vivir en lipidia y en miseria.