A Juan Orlando Hernández ya le pasan la pelota de basketball en el MDC de Brooklyn
El exmandatario ya ha tenido cierta comunicación con su esposa e hijas y es que ha podido enviarle correos electrónicos.
El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ya goza de algunas actividades que no podía realizar antes de la audiencia del 10 de mayo donde se declaró inocente.
El exmandatario, quien el 21 de abril fue extraditado a Estados Unidos, no practicaba deporte y parte de las denuncias que hizo el abogado Raymond Colón es que no le pasaban la pelota de basketball en una de las canchas del Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn.
“Lo tienen como a un prisionero de guerra y en la cancha no le pasan la pelota de basketball”, acotó Colón en la última audiencia, situación que ha cambiado.
“Sí, tiene cancha y bola de basketball y ahora le trajeron una -mesa- de ping pong”, aseguraron los abogados de Hernández.
Con respecto a la colaboración que tendrá Juan Carlos “El Tigre” Bonilla con la Fiscalía de Estados Unidos, los defensores de Hernández Alvarado aseguraron que “va a colaborar pero entendemos que no tiene nada que colaborar o decir en contra nuestro cliente el expresidente. Ahora bien, nosotros ordenaremos la presencia como testigo del él (Juan Carlos Bonilla), si hay alguna colaboración será contra otras personas”, adujeron.
Asimismo el exmandatario ya ha tenido cierta comunicación con su esposa e hijas y es que ha podido enviarle correos electrónicos. La próxima audiencia de JOH será el 28 de septiembre donde se revisarán las pruebas de la Fiscalía y el 17 de enero de 2023 arrancaría el juicio.
El pasado 22 de abril, el exmandatario que ha insistido en su inocencia en innumerables ocasiones, compareció desde su celda por conferencia telemática ante el juez de instrucción Stewart Aaron, que le leyó sus derechos y los cargos contra él.
Hernández, de 53 años, está acusado de tres delitos cometidos supuestamente entre 2004 y 2022: conspiración para la importación de cocaína, posesión de ametralladoras y armas pesadas y conspiración para la posesión de dicho armamento.
De ser encontrado culpable de estos delitos, podría enfrentarse a cadena perpetua.