Basura del río Motagua ya está llegando a Trujillo

El hartazgo es evidente entre quienes conviven con los desechos y tienen que pagar para retirarlos; en Guatemala admiten que acciones han quedado en “pantomima”.

Foto: F. MUNOZ

Decenas de kilómetros de playa se limpian cada día en Omoa, pero donde no hay quién pague, la basura se acumula. Hoteles y restaurantes ahora presupuestan el retiro de desechos.

lun 31 de octubre de 2022

8 min. de lectura

Omoa

Para los empresarios de este municipio el tema de la basura que arrastra cada vez con más violencia y anticipación el río Motagua es contraproducente.

No solo afecta la imagen del municipio y de sus negocios, es desgastante porque llevan más de 12 años sufriendo sus embates y no ha habido gobierno o autoridad superior que haya logrado parar un problema ambiental que cada vez empeora y causa daños no solo a las playas, sino a los ecosistemas marinos y terrestres.

$!En Guatemala, Prensa Libre dice: “Quizá están esperando a que se concrete la multimillonaria demanda hondureña o quizá a que los ríos se limpien solos”.

“El problema es que los medios vienen y sacan solo las playas llenas de basura, pero pocas veces dicen que los empresarios que tenemos hoteles o restaurantes invertimos miles de lempiras cada año en mantener limpios para los visitantes muchos kilómetros de playa, y eso cuesta dinero”, dice Maribel Medina de Umaña, presidenta de la recién creada Cámara de Comercio e Industrias de Omoa.

Su voz tiene un tono de decepción. Lo ha dicho en muchas ocasiones. Las reuniones bilaterales entre autoridades de los gobiernos de Honduras y Guatemala para abordar posibles soluciones solo han servido para comer ricas boquitas y buen café, ya que el problema sigue y empeora.

“Este año hemos tenido basura en las playas desde junio. Eso no pasaba, pero ya pasa. Antes se decía que la basura afectaba a Omoa, pero ahora se hallan desechos chapines en Puerto Cortés y tenemos pruebas de que llegan hasta Trujillo”, expresó.

Cuenta que su negocio, el hotel y restaurante Viña del Mar, tiene 200 metros de playa, pero para mantenerla apta todo el año para los turistas -que por fortuna y por ese esfuerzo silencioso que hacen no han dejado de llegar- solo el año pasado invirtió más de medio millón de lempiras.

Fotogalería: Bajamar, una comunidad que sueña con la prosperidad

No solo se trata de rastrillar la basura todos los días.Cuando ya se hacen cúmulos, se ocupa un tractor y una volqueta para desecharla y el vertedero de Omoa está repleto, ya que casi todos los inversionistas con negocios repiten este proceso para que los visitantes no dejen de llegar.

Otras voces

Honduras debe pasar de la diplomacia a la parte legal en cuanto a la basura que viene del río Motagua”, aseguró hace una semana el diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Carlos Umaña. El médico se refirió al tema y citó informes que señalan que “Honduras ha sido inundada por unas 20 mil toneladas de basura provenientes de Guatemala”.

El tema no es indiferente de lado chapín. Allá aseguran que el problema es responsabilidad de todos. Fue justamente, el diario Prensa Libre que dedicó hace una semana un editorial a este problema, que allá también es visto como una “pantomima”.

“El colosal desfogue diario de toneladas de basura arrastrada por el río Motagua a lo largo de sus 480 kilómetros hasta el golfo de Honduras es un problema viejo, incesante y de pasmosas dimensiones que a muy pocas personas preocupa hasta que el vecino país -Honduras- reitera, cada vez con mayor fuerza, la posibilidad de interponer una demanda internacional contra el Estado de Guatemala por los graves daños causados a sus ecosistemas costeros y a sus destinos turísticos en el Caribe. El anterior gobierno hizo la pantomima de actuar, y su ministro de Ambiente presumió de haber sido el creador de un sistema de retención de sólidos, que no solo no era de su autoría, sino que a la larga era solo un paliativo de muy corto plazo”, señala.

“En lo que va de este período, solo han continuado las dilaciones y los parches para ganar tiempo, en lugar de acelerar el cumplimiento de la política de tratamiento de desechos sólidos y aguas servidas. Prefieren vender un país de bellezas incomparables, que las hay (...). En la práctica no existe ninguna otra vía que no sea sanear el Motagua, un proceso que no será ni barato ni sencillo, ni rápido, pero que será más caro, más difícil y más prolongado si no se comienza desde ya”.