23/04/2024
02:36 AM

Una luz

    Por fin, “una luz” es fragmento de un titular de este rotativo para enfatizar que el pasado, sumamente negativo, queda atrás y se abre camino a conciliaciones, a soluciones necesarias en la Capital Industrial del país. Es un “por fin, que debiera multiplicarse para proporcionar rutas de solución a múltiples problemas y esperanzas firmes para miles de hogares hondureños. El asunto de la nota periodística es local, pero muy grave y con exigencia permanente de la sociedad sampedrana.

    El gobierno local y Aguas de San Pedro han hablado, necesario comienza para entenderse y dejar atrás la posición de “trinchera” asumida por las autoridades pasadas. Habrá mesas de trabajo con participación de la concesionaria y ediles, de manera que se atienda el reclamo colectivo para la construcción de plantas de tratamiento de aguas servidas y disminuir la contaminación en ríos y quebradas de la ciudad.

    Es el inicio de “una relación cordial”, dijo el alcalde Roberto Contreras, quien anunció la conformación de los equipos de trabajo para lograr acercamientos, crear ambiente de conciliación e iniciar los proyectos que desde hace varios años están congelados por “dimes y diretes”.

    Es una vergüenza que la ciudad de El Adelantado, aquella que en sus días de gloria era la de mayor crecimiento en el istmo, haya quedado atrasada en materia ambiental no solo por la embestida contra la riqueza forestal, sino por la carencia de instalaciones y mecanismos en el tratamiento de aguas residuales que afectan a otros municipios en su camino hacia el Caribe.

    Y para que no todo sean palabras e intenciones por el momento, ASP y la alcaldía llegaron a un entendimiento en el contrato de arrendamiento de las instalaciones de la concesionaria, cuyos ejecutivos sintieron alivio, pues como presión habían recibido amenazas de desalojo. En ese ambiente de hostilidad, cada uno dando la espalda al otro, la administración edilicia pasada no supo, no pudo o no quiso mantener el diálogo, conducente a negociación con la que aceptando responsabilidades se lograsen acuerdos. Por fin, hay “una luz” que no debe apagarse pese al estira y afloja que toda negociación lleva en sí. Posiciones herméticas exasperan, por lo que es preciso atenerse a las condiciones de la concesión, y como hablando se entiende la gente habrá que reconocer errores de ambos lados, pero, sobre todo, corregirlos y con paso ligero no perder más tiempo.

    Más que culpabilidad que es compartida, habrá que dar la salida para la solución ambiental, de saneamiento en la ciudad y rescate de los ríos que atraviesan la urbe. Por fin, “una luz”, que no haya cortes como los de la Enee.