En México se crearon miles de empleos con salarios menores a los impuestos por la United auto workers en Detroit, pero mayores a los imperantes en la República Mexicana. Las maquiladoras son fuente de empleos mejor pagados que la mayoría de los que existen en México, y de autopartes más baratas para la industria automotriz de EUA, ambos países ganan. Sin maquiladoras, los autos norteamericanos subirían de precio, y en México se perderían miles de empleos, fuentes de ingresos de divisas que ayudan a mantener la estabilidad cambiaria. Los únicos perjudicados con las maquiladoras son los sindicatos de EUA, quienes presionan para encarecer o terminar con el outsourcing en México. Esos sindicatos se opusieron al tratado de libre comercio en 1994 y buscaron derogarlo mediante presiones en el Congreso de EUA. Acusaron al Gobierno de México de genocidio, por muerte de indígenas en Chiapas, que ellos promovieron, ver libro ¿Por qué Chiapas?
A través de legisladores del Partido Demócrata condicionaron la firma del T-MEC, Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, a la incorporación de cláusulas que encarecen la mano de obra y restan atractivo a establecer maquiladoras en México.
La United Auto Workers y la AFL-CIO, Federación de Sindicatos de EUA, que representan millones de votos en las elecciones y tienen congresistas a su disposición, mediante su principal operador en México, el senador de Morena y líder sindical Napoleón Gómez Urrutia (Napito) promueven restricciones al outsourcing, que aumentarán los costos de la maquila y reducirán el atractivo para la creación de maquiladoras en México, lo que significa menos inversión, empleos y divisas.