El 11 de diciembre de 2022, la start-up japonesa “Ispace” lanzó, desde las instalaciones de SpaceX en Cabo Cañaveral, la primera misión lunar del país asiático y la primera de su tipo por parte de una empresa privada.
La empresa dijo que espera la llegada a la cara visible de la Luna en abril de 2023.
Hasta ahora, solo Estados Unidos, Rusia y China lograron colocar un robot en la superficie de la Luna, situada a unos 400,000 km de la Tierra.
Ispace diseñó su vehículo con un consumo mínimo de combustible, para reducir costos y dejar más espacio al cargamento. De modo que tomará una ruta lenta y de bajo consumo hasta el satélite.
El módulo de Ispace intentará descender en el cráter de impacto Atlas, que mide más de 87 kilómetros de ancho y dos kilómetros de profundidad, ubicado en el nordeste de la Luna.
La misión es la primera de un programa llamado Hakuto-R. El módulo, de apenas 2 por 2.5 metros, incluye una sonda de 10 kilogramos construida por Emiratos Árabes Unidos. También transporta dos robots construidos por JAXA.
“Nuestra primera misión sentará las bases para liberar el potencial de la Luna y convertirla en un sistema económico sólido y dinámico”, declaró el presidente de la compañía japonesa, Takeshi Hakamada.
Hakuto-R se convertirá en la primera nave espacial comercial en realizar un aterrizaje controlado en la Luna.
Ispace, que cuenta con unos 200 empleados, quiere poner en marcha “un servicio de transporte hacia la Luna frecuente y de bajo costo”.
El Congreso Nacional de Honduras cuenta con 128 diputados propietarios, otro número igual de suplentes, que convierten el hemiciclo en cuadrilátero para artes marciales mixtas, mientras la población espera que se apruebe el presupuesto.
