De acuerdo con la Enciclopedia Médica MedlinePlus: “Un gen es la unidad física y funcional básica de la herencia”. Además: “Un gen es un segmento corto de ADN. Los genes le dicen al cuerpo cómo producir proteínas específicas. Hay aproximadamente 20,000 genes en cada célula del cuerpo humano. Juntos forman y constituyen el material hereditario para el cuerpo humano y la forma como funciona” (medlineplus.gov/spanish/genetica/entender/básica/).
El proyecto de Presupuesto General de la República del año 2025, cuyo monto asciende a L430,907.8 millones, está conformado por millones de ‘genes políticos’ que revelan su orientación principal o más exactamente, su esencia de naturaleza política y partidarista, de modo que el mismo no está concebido para el ‘desarrollo integral’ del país sino más bien para atender los requerimientos electorales del actual gobierno.
El secretario de Finanzas, antes de despedirse en un programa de televisión capitalino, afirmó que el alma del presupuesto era el denominado “Programa de Inversión Pública y Social” que asciende a L97,650.0 millones, equivalentes a un 22.7% del Presupuesto General del país.
Si ese gran monto fuese en su totalidad ‘inversión productiva’, los hondureños deberíamos saltar de alegría, pero en realidad apenas un 23.1% del mismo se destina a respaldar el crecimiento económico, mientras que el restante 76.9% constituyen recursos que servirán para apalancar las aspiraciones políticas de los gobernantes.
Rubros como protección social, seguridad ciudadana, seguridad alimentaria, modernización del Estado, deportes, artes y cultura, y otros que en conjunto absorben L52,594.0 millones del llamado ‘Presupuesto de Inversión’, son claramente recursos que pueden servir para propósitos electorales y atención del clientelismo político, pues no aportan nada en favor del crecimiento económico ni del bienestar general de la población.
Otros componentes del denominado programa de inversión como salud, energía, carreteras, educación, agua y saneamiento, transporte y obras públicas, forestal y comunicaciones, que unidos suman L45,057 millones, los cuales deberían ser en su totalidad ‘inversión productiva’, solamente en un 50.0% ameritan ser calificadas como tal, ya que incluyen gastos burocráticos y gasto social catalogados erróneamente como inversión.
No está muy claro cómo se pretende financiar el mayor Presupuesto General de todos los tiempos, pero me parece haber mirado u oído en algún lado que un poco más de L50,000.0 millones se originarán en deuda pública interna y externa, cantidad que constituye un 11.6% del Presupuesto General de 2025, y que alcanza a representar un 5.01% del PIB del próximo año; sin embargo, los representantes del gobierno insisten en que el ‘déficit fiscal’ del año venidero únicamente ascenderá a L24,709.9 millones, equivalentes a un 2.5% del PIB (Producto Interno Bruto). Esto es similar a plantear que el 50.0% de la deuda pública de 2025 se la regalarán al gobierno, por lo cual dicho monto no forma parte del déficit fiscal.
El Presupuesto General 2025 se incrementa un 5.8% en relación con los L407,137.8 millones de 2024; este voluminoso aumento es superior a la inflación prevista para 2025, la cual según el Programa Monetario 2024-2025 del Banco Central de Honduras (BCH), estará dentro de un rango comprendido entre el 3.0% y el 5.0%. Esto significa que el presupuesto del próximo año es inflacionario, ya que está 1.8 puntos porcentuales arriba de la inflación promedio proyectada por el BCH para 2025.
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