08/12/2024
03:12 PM

Nuevamente acerca de la TPM

Nuevamente acerca de la TPM

Con pocas excepciones, los economistas serios están de acuerdo en tres cosas respecto a los 275 puntos básicos de elevación de la Tasa de Política Monetaria (TPM) por el Directorio del Banco Central de Honduras (BCH), en los 83 días comprendidos entre el 5 de agosto y el 28 de octubre del 2024: 1) El alza de la TPM era necesaria; 2) El ajuste de la TPM se hizo muy tarde; y, 3) Lo ideal hubiese sido aumentarla poco a poco desde hace más de año y medio.

Los puntos en los que existen discrepancias entre los entendidos, están asociados a cuatro hechos de carácter polémico: 1) Las tasas de interés activas aplicados a los préstamos en lempiras se elevaran demasiado; 2) Ese aumenta de tasas activas perjudica a la mayoría de los hondureños; 3) El incremento de las tasas activas lesionará gravemente la actividad económica de las micros, pequeñas y medianas empresas (MIPYME); y, 4) Las tasas de interés muy altas disminuyen la inversión y ocasionan desempleo.

Creo que vale la pena referirse a esos acuerdos y desacuerdos entre los diferentes profesionales de la economía, marginando los calificativos peyorativos y abordando los temas desde una perspectiva técnica.

Los acuerdos: Sin la elevación de la TPM era imposible acceder a los US$ 220.0 millones que proporcionará al Fondo Monetario Internacional (FMI), paso necesario para que otras entidades multilaterales como Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo desembolsen otros US$ 280.0 millones adicionales. Estos recursos le permitirán al gobierno actual no solo disponer de fondos para cerrar el año fiscal 2024, sino que también, servirán para amortizar los vencimientos cercanos de la deuda externa, y también, permitirán cancelar la factura de los combustibles que mueven la industria nacional.

Si bien es cierto que el ajuste de la TPM se hizo muy tarde y posiblemente con demasiada agresividad, lo peor hubiese sido no hacer nada, ya que las Reservas Internacionales Netas (RIN) continuarían cayendo, se prolongaría la salida de capitales y la posición externa del país seguiría empeorando.

Los desacuerdos: Es cierto que las tasas activas aplicadas a los préstamos en lempiras subirán en el corto plazo, pero nadie puede anticipar con certeza el monto que alcanzarán las mismas en el mediano y largo plazo, ya que ello depende de muchos factores, tales como la liquidez de los bancos, la demanda de crédito, las expectativas de los agentes económicos y el comportamiento de las tasas de interés pasivas que recibirán los integrantes de los hogares del país, por ser la principal fuente del ahorro nacional.

Las tasas de interés únicamente afectan la inversión en un grado moderado, ya que la misma se vincula en mayor medida con la rentabilidad de cada nuevo proyecto, con la amplitud y oportunidades que brinda el mercado para la colocación de los productos elaborados y con el costo de las materias primas y de la mano de obra utilizada.

En Honduras la informalidad es muy alta, por lo cual la mayoría de emprendedores no tienen acceso al crédito bancario formal, y normalmente obtienen sus recursos a tasas onerosas provenientes de los prestamistas no bancarios.

El gobierno puede aliviar esa situación a través de crédito otorgado por BANADESA y BANPROVI, y con Garantías Reciprocas.