27/04/2024
05:34 AM

Mártires africanos

Esos mártires son ignorados, mientras que otros, sobre los cuales hay incluso dudas de si fueron asesinados, son llevados a los altares.

¿Por qué esas matanzas (de áfrica) no son noticia? ¿Por qué no son recogidas por los medios de comunicación occidentales? Por dos motivos. Uno, que las víctimas son africanas y, además, negras. Hay un clarísimo componente racista en el silencio que envuelve esos atentados; nadie se entera, como si no tuviera importancia que murieran cruelmente miles de seres humanos -van ya más de seis mil, solo en Nigeria-. Si una milésima parte de esas víctimas -seis de seis mil- afectara a blancos europeos o norteamericanos, todos pondrían el grito en el cielo; pero le pasa a un africano negro y ni siquiera lo cuentan.

El otro motivo es que las víctimas son fieles a la Iglesia de siempre y no conviene mostrar al mundo la heroicidad de unos católicos que prefieren morir antes que traicionar a Cristo, pero que a la vez están profundamente identificados con los valores tradicionales de la Iglesia, incluido el rechazo a la homosexualidad.

Esos mártires son ignorados, mientras que otros, sobre los cuales hay incluso dudas de si fueron asesinados, son llevados a los altares. Los africanos son tan postergados por su fidelidad al Señor, que un cardenal como Kasper se atrevió a despreciarlos como fuente de inspiración para el conjunto de la Iglesia. Sin embargo, están ahí. Existen.

Llenan los seminarios y no lo hacen por hambre, como despectivamente dicen de ellos los cato-protestantes. Sus laicos y sus sacerdotes pagan el precio de la sangre por ser fieles al Señor y eso no lo hace uno que está en la Iglesia por interés. Más bien habría que preguntarse si son los que los ignoran o desprecian los que siguen en la Iglesia porque no tienen otro sitio donde ir. Hoy los católicos africanos están escribiendo páginas ejemplares en el libro bimilenario de la historia de la Iglesia. En ellos debemos poner nuestra mirada para imitarlos, y no en esos otros que, mundanizados, quieren poner a la esposa de Cristo al servicio de intereses que no son los de Nuestro Señor.